"Si hubieran vallado las obras, mi padre no habría muerto aplastado por la grúa"

Un hijo del jubilado fallecido el pasado miércoles en Barcelona al ser aplastado por una grúa cuando miraba las obras del metro anunció ayer que la semana próxima iniciará acciones legales por los hechos. Jesús Valtueña Gutiérrez, de 75 años, será enterrado hoy, y cuando la familia se reponga, acudirá a los tribunales porque considera que el accidente se podía haber evitado. "Solamente con que hubieran vallado las obras en el radio de acción de la grúa, mi padre no habría muerto aplastado", recordaba ayer su hijo Manuel. "Y la prueba es que a las pocas horas del accidente ya estaban valladas".

El jubilado tenía dos hijos de 41 y 45 años, quienes consideran que la muerte de su padre no es ajena a una imprudencia de la empresa encargada de las obras de construcción del vestíbulo de la futura estación Coll-Taixonera, en la línea 5 del metro. "La empresa dice que fue una fatalidad que mi padre muriera así. Es verdad, pero de esa fatalidad se desprenden también hechos muy graves", explicó ayer a EL PAÍS Manuel Valtueña.

El accidente mortal se produjo a las 10.45 horas, cuando al hombre se le vino encima una grúa que trasladaba una pieza de 24 toneladas de peso, pero apenas tres horas después ya estaba vallado todo el radio de acción de esa enorme máquina. "Si eso lo hubieran hecho desde un principio, mi padre no se podría haber acercado y hoy estaría vivo", explicó el hijo. "Nadie de la empresa pensó que podía pasar una cosa así, y eso que los vecinos ya se habían quejado hace tiempo. Pero no se les hizo caso", insiste Manuel Valtueña, quien cree que el accidente es un ejemplo más "del alto índice de siniestralidad laboral que hay en España".

El hijo del fallecido recordó que, en contra de lo que se dijo anteayer, el alcalde de Barcelona, Joan Clos, no se personó en el domicilio de la familia tras el accidente. Tampoco la concejal del distrito, Elsa Blasco, quien sí les llamó por teleléfono. "Estamos convencidos que ese accidente mortal se podía haber evitado y por eso emprenderemos acciones legales", explicó el hijo.

El caso lo investiga el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona, que fue el que se encontraba de guardia anteayer y el que ordenó el levantamiento del cadáver. El magistrado Josep Maria Miquel Porres ya ha encargado los primeros informes a la Inspección de Trabajo para aclarar, entre otras cuestiones, si la grúa tenía un buen anclaje. La familia, como parte perjudicada, tiene el derecho a personarse en el proceso y el juez les realizará en los próximos días el ofrecimiento de acciones penales. Un formulismo judicial, pero necesario, para que ejerzan la acusación.