La UE pone en duda el cálculo del caudal del Ebro para el trasvase
Pide más datos sobre la demanda de agua y alerta del impacto del PHN en el Delta
El jefe de la Unidad de Agua de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Patrick Murphy, cuestionó ayer la predicción del caudal de río Ebro prevista por el Plan Hidrológico Nacional (PHN) aprobado por el Gobierno español y, en especial, la serie de tiempo que se ha utilizado como base para calcular el caudal en el Baix Ebre. También cuestionó las predicciones sobre demanda de agua en la cuenca del Ebro y el impacto del proyecto en el Delta.
Murphy expuso ayer en el Parlamento Europeo sus conclusiones sobre la reunión técnica sobre el PHN celebrada los pasados 16 y 17 de octubre en Bruselas, en la que participaron defensores y detractores del proyecto, y puso de manifiesto que la CE mantiene dudas sobre el proyecto del Gobierno español del PP. En concreto, cuestionó la predicción del caudal del Ebro prevista y, en especial, la serie de tiempo utilizada como base para calcular el caudal en el Bajo Ebro, aunque reconoció que es "difícil" determinar un período concreto, debido al impacto del hombre con la irrigación y las presas. "Pensamos que sería útil explorar escenarios alternativos para comprobar hasta qué punto son robustas las predicciones", señaló el responsable comunitario, quien se centró luego en el Pacto del Agua.
Así, recordó que para los próximos 15 o 20 años se ha previsto un aumento de la zona de tierra irrigada en la cuenca del Ebro de las casi 800.000 hectáreas actuales a 1,3 millones, lo que supone un incremento del 67%. Ello conllevará un aumento de la demanda de agua debido a un mayor uso doméstico e industrial de este recurso hasta casi 10.800 hectómetros cúbicos al año. "Lo que no queda claro para la Comisión es el dato de los 850 hectómetros cúbicos que se señala en el Pacto como reserva estratégica", dijo. Murphy indicó que la CE mantiene dudas sobre si esta cifra se ha incorporado "plenamente o no" en los modelos utilizados por el Gobierno para calcular los futuros caudales del Bajo Ebro en los próximos 20 años.
Sobre el caudal necesario para proteger Delta del Ebro, Murphy reconoció que es una cuestión "extremadamente compleja" de determinar, pero que no es suficiente establecer un nivel mínimo de caudal como hizo España, cifrándolo en 100 metros cúbicos por segundo. El Delta padece "mucho" los efectos de la construcción de presas en la década de los sesenta, dijo Murphy. "Tiene que haber una gestión del Delta, que está en peligro, se haga o no se haga el trasvase", concluyó.
Por su parte, el coordinador de Esquerra Unida, Joan Ribó, compareció ayer por la tarde ante la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, donde expuso los problemas que el trasvase del Ebro puede desencadenar en el río Júcar.
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