Arte con miedo y artistas con valor

¿Quién dijo miedo? Al parecer, casi todo el mundo. Gran parte de las 190 propuestas presentadas en la cuarta edición del festival Barcelona Arte Contemporáneo (BAC) -cuya convocatoria coincidió con las movilizaciones que intentaban, inútilmente, parar la guerra de Irak- tenían en común que reflejaban el miedo al futuro. No había lema, el tema era abierto, pero ante tanta coincidencia los organizadores seleccionaron 52 proyectos que tienen en común, de manera muy laxa, que reflejan distintos tipos de miedos, unos más subjetivos e íntimos y otros más objetivos y generales. El resultado de aquella convocatoria puede verse ahora en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), en donde hasta el 14 de diciembre se puede visitar la exposición Los miedos, la propuesta central de este festival que organiza la asociación cultural La Santa (www.zonacomunicacio.com/lasanta) y que en conjunto presenta hasta el 18 de diciembre el trabajo de unos 200 artistas repartidos en unos 40 espacios de la ciudad, desde galerías o centros culturales a bares, restaurantes o la misma calle.

"Reivindicamos que no se trabaje sólo con amigos y nuestro objetivo es apoyar a artistas emergentes, jóvenes y no tan jóvenes, que en general representan un tipo de arte fresco e internacional", explica Gigi Riveros, comisaria junto a Juan José Fernández del BAC. En esta edición participan creadores de 22 países que si en algunos casos reflejan el miedo en sus obras no parecen tenerlo a la hora de formalizar de forma valiente y contundente sus propuestas mediante instalaciones, fotografías, pinturas, vídeos, esculturas, moda u otras disciplinas.

Lo interesante de esta iniciativa, más que el interés concreto de algunas piezas, es la amplia variedad de proyectos en los que pueden reconocerse muchas de las líneas que dominan en el arte actual, desde los seguidores del estilo sensation hasta los que utilizan el lenguaje mediático para criticarlo desde dentro, pasando por los que optan por referencias íntimas y personales, al discurso de género, la interactividad lúdica, el reflejo de lo cotidiano, la elaboración simbólica, etcétera.

El festival dedicará una exposición monográfica al arte contemporáneo de Paraguay (Griskon Art. Àlaba, 18-20) e incluirá también desfiles de moda, pases de vídeos, diferentes colectivas e incluso una exposición de zapatillas deportivas modelizadas por distintos artistas.