La "lealtad" del PSC

José Montilla y Ernest Maragall, los dos socialistas que llevarán las negociaciones, acogieron con naturalidad la demanda de "lealtad" que Esquerra Republicana (ERC) situó como condición básica para explorar la posibilidad de formar gobierno. Esquerra exige un compromiso que garantice que los diputados del PSC -o de CiU, si el acuerdo final fuera con los nacionalistas- en el Congreso y en Europa nunca votarán en contra de iniciativas adoptadas por el Parlamento catalán.

A juicio del PSC esta "lealtad" reclamada por Esquerra es obvia y no presenta problema alguno, aunque ambos dirigentes pasaron de puntillas sobre qué sucedería si entrara en contradicción con la otra lealtad de los socialistas catalanes, la que les hermana al PSOE. A la pregunta de si ello supondría incluso, llegado el caso, romper la disciplina de voto, Montilla contestó lacónicamente: "Esto es prejuzgar mucho".

El primer secretario del PSC -y miembro del comité federal del PSOE- subrayó que "el conjunto de la organización del PSC se sentirá vinculado por los acuerdos parlamentarios que se tomen en Cataluña y actuará en consecuencia". Y añadió: "Y mucho más todavía si ésta refleja la posición del Gobierno de Cataluña".

El dirigente socialista precisó también que esta "lealtad" no tiene nada que ver con la posibilidad de que el PSC tenga un grupo propio en el Congreso, una petición que Esquerra no exige y que el reglamento no permite.