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La ausencia de mayorías absolutas tiene en jaque a seis alcaldías del Vinalopó

La ausencia de mayoría absoluta tiene en jaque a las alcaldías de Petrer, Biar y Elda

El mapa político de la comarca del Vinalopó está marcado por los cambios en la configuración de los gobiernos municipales surgidos hace apenas seis meses de las elecciones municipales. Las dos ciudades más importantes, Elda y Villena, se sostienen en equilibrios políticos complicados, mientras que en Biar, Monòver, EL Pinòs y Petrer la situación está a expensas de futuros acuerdos y rupturas entre los distintos grupos. El último episodio de esta inestabilidad ha sido la salida del PSPV del gobierno local de Petrer que deja en el aire la alcaldía de L'Entesa.

La decisión del máximo responsable del PSPV en Petrer del pasado 13 de noviembre quebraba la configuración de un gobierno de izquierdas, que se ha convertido en una coalición imposible como así se ha demostrado. El PP logró ser la fuerza más votada en la localidad y logró nueve concejales, frente a los siete de L'Entesa y los cinco concejales socialistas. El acuerdo natural se produjo a los pocos días y José Antonio Hidalgo se hizo con la vara de mando. Seis meses después, mantiene la vara, pero cada vez con menos mando, a la vista de que se mantiene en minoría.

"La situación se veía venir desde el principio, y estalló cuando se trató de democratizar el acceso a los medios de comunicación públicos por parte del grupo socialista", explica el presidente de la Gestora del PSPV, el ex alcalde de Monforte del Cid Casildo Berenguer. El partido considera que la mejor opción de futuro sería una recomposición del anterior gobierno.

Las tensas relaciones entre los miembros del grupo de gobierno que formaban socialistas y miembros de la coalición de L'Entesa truncó el gobierno bipartito de Petrer. Las fuerzas de izquierdas no supieron mantener lo que se sostiene como una realidad en El Pinòs, una coalición entre el PSPV y el PP, ahora desgajada por la dirección socialista en Valencia. La ejecutiva socialista decretó la expulsión del alcalde, Vicente Rico, y de las dos concejales socialistas que firmaron el pacto: Remedios Amorós y Encarnación Albert. La decisión del PSPV no compartía la de sus compañeros de partido, que pasaron de ser la tercera fuerza política, con tres concejales, a ocupar la alcaldía junto a los cuatro ediles del PP. Con esta maniobra se expulsó del poder al anterior alcalde, Ramón Cerdá, de la Unión de Centro Liberal (UCL).

Similares maniobras costaron el cargo al alcalde de Monòver, el popular Salvador Poveda. La opción más votada logró hacer valer sus ocho concejales y el apoyo del Grupo Independiente de Monòver (GIMV), que consiguió tres para imponerse al resultado de los socialistas, que en mayo se quedaron con seis ediles. No obstante, el gobierno se quebró con la primera moción de censura de esta legislatura en la Comunidad Valenciana. Juan Antonio Buendicho, el novísimo candidato del PSPV en Monòver, volteó los acuerdos postelectorales de PP y GIMV y se hizo con la alcaldía el 16 de agosto. La situación se complicó dentro del grupo socialista con una la dimisión del secretario general del partido en Monòver, que dimitió pero que volvió a presentarse a la elección.

También hay tácitos desencuentros en Biar, donde la clave urbanística ha mandado al traste a la mayoría absoluta del grupo socialista. El pase al grupo mixto de la ex concejal de Urbanismo, Carmen Pilar Nieto, empata la opciones dentro del Ayuntamiento, donde PP y PSPV quedan con cinco concejales. El alcalde de Biar, Cristóbal Román, retiró todas las competencias a Nieto (Urbanismo, Hacienda, Tráfico y Turismo) horas antes de uno de los plenos más importantes de la legislatura, en el que se decidía la adjudicación de una urbanización que transformará el municipio para el futuro. Nieto se opuso a la postura del alcalde y de su grupo, y propuso la aplicación del Reglamento de Participación Ciudadana para pulsar la opinión de los vecinos. La retirada de los cargos a Nieto la empujó al Grupo Mixto.

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Ni siquiera en Elda, el alcalde, el presidente nacional del PSPV, Juan Pascual Azorín, respira tranquilo. El PSPV mantuvo la alcaldía ante la negativa del L' Entesa a apoyar la segunda opción política, en este caso el PP, que logró un concejal menos que los socialistas. No obstante, son repetidas las peticiones del grupo popular que lidera Camilo Valor a los concejales de L'Entesa que dirige Domingo Orgilés. El gobierno en minoría de Azorín ya ha perdido muchas votaciones en los plenos que le recuerdan la fragilidad de su mandato.

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