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Reportaje:

Ahold hace las maletas

El grupo holandés de distribución venderá todas sus tiendas en España

Ahold se va. Siete años después de su desembarco en España con el objetivo de ser uno de los líderes en el sector de la distribución, el grupo holandés ha decidido vender todos sus establecimientos. Esta decisión tiene su origen en el intento de tapar parte de los problemas financieros, aunque otra buena parte de esa responsabilidad recae en la estrategia de la firma en España, donde creció muy rápidamente y a un precio muy alto, que no ha tenido una respuesta del mercado.

Es el sexto grupo en el sector de la distribución en España, con más de 14.000 empleados, 625 tiendas y unas ventas de 2.047 millones de euros
Su política de crecimiento rápido se ha traducido en compras de cadenas como Superdiplo a precios altos que han supuesto graves pérdidas

Ahold, tercer grupo mundial en el segmento de la distribución, desembarcó en España en 1996, de la mano del grupo catalán Caprabo, con la constitución de una sociedad conjunta, Store 2000. Las cosas no funcionaron ante la existencia de dos culturas diferentes.

Los propietarios y entonces gestores de Caprabo, no como sucede en la actualidad, se planteaban un crecimiento lento basado en recursos propios. Por el contrario, los holandeses tenían prisa por crecer con una política de endeudamiento. Consecuencia de estas diferencias, dos años más tarde se rompió la sociedad.

Desde entonces, el grupo holandés ha afrontado casi una veintena de operaciones de compra de diferente volumen, aunque en algunos casos las adquisiciones han ido acompañadas de cierres ante la existencia de tiendas no viables. Las primeras operaciones, en 1998, fueron las compras de grupos como Dialco, Dumaya, Eco Ávila y Longinos. El año siguiente el grupo creció con otras compras, como supermercados Guerrero e Hidalgo. El gran salto del grupo en superficies de venta, y también en endeudamiento, se produjo en 2000 con las compras de Kampio y, sobre todo, con Superdiplo

Política de compras

La política de compras de Ahold supuso en los últimos cinco años unas inversiones en torno a los 1.700 millones de euros en España, según datos manejados en el sector. De esta cifra, el volumen más importante correspondió, con 1.250 millones, a la compra de Superdiplo, lo que supuso la incorporación de 320.000 metros cuadrados de superficie de venta.

Esta política de compras, en un periodo de vacas gordas en la distribución, significó para los holandeses pagar unos precios muy elevados. Igualmente, la estrategia de rápido crecimiento a golpe de talón para adquirir cadenas completas supuso hacerse, en muchos casos, con tiendas sin viabilidad que fueron cerradas posteriormente, así como con otras que hoy no ofrecen interés alguno a los posibles compradores.

La política de expansión de los holandeses ha significado la formación del sexto grupo de distribución alimentaria y de productos de gran consumo en España, donde conviven diferentes formatos y una distribución regional, en la que destacan Canarias y Andalucía, seguidas por Cataluña, Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura.

Expansión y ventas

El grupo Ahold en España, fundamentalmente gracias a la política de compras y, en menor medida, con aperturas de tiendas propias, está formado por 625 establecimientos, de los que 487 son supermercados, 48 hipermercados, medio centenar de tiendas de conveniencia en Canarias y 40 establecimientos mayoristas. El número de empleados se eleva a unas 14.200 personas.

Esta política de expansión se ha traducido en un fuerte aumento de las ventas, que experimentaron en 2002 un salto espectacular, tras la integración de Superdiplo, hasta los 2.047 millones de euros. Gracias a una buena gestión de ventas, el grupo ha mantenido en los últimos años unos resultados positivos de explotación.

El consejero delegado de la filial en España, Gerard van Breen, señala que la gestión del grupo ha sido positiva, pero a la vez reconoce que el negocio no vale lo que se pagó por él ante el proceso de ajuste que se ha producido en la economía española en ese periodo. Por esta razón, el grupo se ha visto obligado a hacer aportaciones extraordinarias para amortizar ese fondo de comercio. De los 1.208 millones de euros de pérdidas registradas por el grupo a nivel mundial, 898 millones tienen su origen en las operaciones españolas.

Tras la salida de Unigro (El Arbol) y ahora de Ahold, los holandeses ponen fin a su presencia en la distribución en España.

Esperando ofertas

Los responsables de la empresa han señalado su decisión de buscar un solo comprador para el grupo, que se mantengan los puestos de trabajo y que no apliquen expedientes de regulación. A pesar e esta postura inicial no han rechazado estudiar la venta por separado de las 170 tiendas de canarias Para Ahold, el precio sería de unos 1.500 millones de euros, cifra que en medios del sector se considera muy elevada.

Una parte positiva para el comprador es que, de golpe, tendría una fuerte presencia en buena parte del país. En el lado negativo está, sin embargo, que se trata de un grupo de diferentes formatos y, sobre todo, con establecimientos de corte muy diferente. Ahold se ha dado un plazo de medio año para la venta.

No hay un grupo comprador claro, nacional ni multinacional. Carrefour es un competidor directo en el mundo y su compra podría tener problemas con Competencia en España. Wal Mart es igualmente un competidor, aunque sería su ocasión para entrar en España.

Caprabo, con el apoyo de La Caixa, arrastra un fuerte endeudamiento tras las compras de Enaco y Alcosto. Mercadona quiere seguir creciendo con aperturas propias. Para Eroski sería la ocasión de entrar más en el sur y El Corte Inglés tendría la oportunidad de crecer de golpe en supermercados.

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