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Reportaje:

Ciudades machadianas

Baeza y Sevilla acogen los principales escenarios andaluces de la vida de Antonio y Manuel Machado

La reciente subasta de los manuscritos de los Machado ha vuelto a poner de actualidad la grandeza de su obra literaria. Antonio y Manuel Machado nacieron en Sevilla y su poesía se nutre en múltiples ocasiones de fuentes andaluzas. Sin embargo,la fuerza del legado machadiano en la comunidad es desigual. No hay nada comparable a la Casa Museo Antonio Machado de Segovia, lugar donde los devotos del autor de Campos de Castilla pueden recrearse con su recuerdo. Las dos ciudades andaluzas machadianas por excelencia -Sevilla y Baeza (donde Antonio Machado impartió clases entre 1912 y 1919)- reúnen la mayor parte de los lugares vinculados a los dos poetas. Con todo, en Baeza la presencia del autor de Juan de Mairena es muchísimo más intensa que en Sevilla.

"Heme aquí, profesor, en un pueblo húmedo y frío, destartalado y sombrío"
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Antonio Machado llegó a Baeza en 1912 buscando el exilio sentimental que le sacara de la profunda depresión que le había producido la muerte de su esposa, Leonor. La mayor parte de los estudiosos de su obra coinciden en señalar que aquí desarrolló el periodo más fecundo de su producción literaria y, especialmente, de su poesía filosófica. Es por ello por lo que en esta ciudad renacentista la huella del poeta sevillano es muy alargada, aunque tiene su centro neurálgico en el aula del Instituto Santísima Trinidad donde Machado impartió clases de francés.

La clase es una reliquia dentro del palacio de la Antigua Universidad baezana. Mantiene intacto todo el aroma machadiano y de la España rural de principios del siglo XX. Se conservan en buen estado los pupitres, la mesa, la pizarra y otros elementos decorativos, como un mapa de España de finales del XIX en el que aún figuraba La Habana como provincia española. En el centro, en una vitrina se exhiben algunos de los documentos que vincularon al poeta con el Instituto. Como su toma de posesión el 1 de noviembre de 1912, su hoja de servicios, su primera subida de sueldo al ascender a vicedirector (el director era su amigo de la infancia Leopoldo de Urquía), pasando de 3.500 a 4.500 pesetas, o sus artículos en la revista baezana Idea Nueva, en 1915. También se incluyen las cartas a su gran maestro Unamuno anunciándole que había obtenido durante su estancia en Baeza la licenciatura en Filosofía.

El aula de Antonio Machado y el edificio de la Antigua Universidad -Baeza tuvo Universidad durante casi tres siglos, hasta 1824- recibió el año pasado más de 50.000 visitas, muchas de ellas de escolares, pero también de escritores y poetas que van buscando la inspiración machadiana. Entre los que la frecuentaban con asiduidad destacaba el profesor José Luis Aranguren, que pedía a sus acompañantes que lo dejaran solo y, tras sentarse en el tercer pupitre, se pasaba horas y horas recitando versos de Machado.

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Pero la implicación de Machado con Baeza no fue fácil, ni mucho menos. El poeta pidió traslado a esta ciudad pensando que su estación ferroviaria le permitiría estar bien conectado con Madrid y, por tanto, con los movimientos culturales. Sin embargo, nada más llegar se decepcionó al comprobar que la estación se encontraba a 17 kilómetros, en la pedanía de Linares-Baeza. Quizá por ello sus primeras palabras reflejaran una visión triste y poco positiva de Baeza: "Heme aquí, profesor, en un pueblo húmedo y frío, destartalado y sombrío, entre andaluz y manchego".

El profesor Salvador García Ramírez, actual director del Instituto en el que ejerció Machado, cree que el reencuentro del poeta con Baeza no se produjo hasta hace seis años, coincidiendo con la Semana Machadiana, que surgió por la iniciativa de una plataforma ciudadana. "Sirvió para meter al poeta en el pueblo. Hasta entonces, los baezanos tenían el resquemor de ese Machado que hablaba mal del pueblo en las cartas a Unamuno, quejándose de que los señoritos se jugaban sus fortunas en los casinos y de que los pocos quioscos que había sólo vendían revistas pornográficas, siendo escasa la cultura del pueblo", indica Salvador García, para quien fue necesario explicar a la gente que Machado se limitó a retratar la España rural de aquella época, una Andalucía provinciana y aburrida que el poeta describió con ojos muy críticos.

Entonces, ¿qué ocurrió para que Machado se fuera de Baeza exaltando su belleza?: "Campos de Baeza / soñaré contigo / cuando no te vea". El poeta jiennense Manuel Ruiz Amezcua considera que la etapa de Machado en Baeza "inaugura una época nueva en las ideas estéticas y su poesía supera la dicotomía entre el yo y el nosotros".

Muy cerca de la casa donde vivió Machado, en la calle Gaspar Becerra, se encuentra el estudio de una de las principales autoridades locales machadianas, Antonio Tornero. Este baezano de 72 años conserva fotografías de la farmacia Almazán, donde Machado y otros amigos participaban en las famosas tertulias literarias de la Rebotica. "Machado nunca fue un poeta urbanista, era mucho más de la naturaleza", indica, tras recordar que aún se conserva una encina negra donde el poeta se paraba a descansar en sus paseos entre Baeza y la vecina localidad de Úbeda.

El principal recuerdo machadiano de Sevilla se localiza en el Palacio de las Dueñas, donde nació Antonio en 1875. Manuel había nacido en la capital andaluza un año antes. Ambos marcharon con su padre a Madrid siendo niños. Una placa recuerda a la entrada del palacio el nacimiento de Antonio. Manuel Bayo, administrador del Palacio de las Dueñas, señala que "nadie sabe dónde nació exactamente Antonio Machado". "Manuel nació en Sevilla, pero no en el Palacio de las Dueñas", insiste. "En la época del nacimiento de Antonio esto era una casa de vecinos. De esa casa de vecinos ya no queda nada. Saber en qué lugar exacto del palacio nació es, prácticamente, imposible", dice el administrador, que argumenta que el recinto del palacio ha sufrido unos cambios enormes en su estructura de finales del siglo XIX para acá.

Bayo recuerda las condiciones que ha de cumplir cualquier persona que quiera ver el recinto donde nació el autor de Soledades. "El Palacio de las Dueñas tan sólo puede ser visitado por aquellas instituciones que se lo soliciten a la duquesa de Alba y a las que ella dé el visto bueno", resume el administrador.

Un lector de los dos poetas que quiera hacer una ruta machadiana por Sevilla se encontrará con que no existe demasiada información turística. Una portavoz del Consorcio de Turismo de Sevilla señala: "Nosotros no tenemos información específica sobre Antonio y Manuel Machado".

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