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Las 7 asesinadas por su pareja este año estaban separadas o en proceso

Sanmartín dice que sólo el 10% de agresores tiene algún trastorno

Las siete mujeres asesinadas a manos de su pareja a lo largo de este año en la Comunidad Valenciana estaban separadas o iniciando los trámites de separación, según señaló ayer el responsable del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, José Sanmartín. El responsable de esta institución señaló que sólo el 10% de los agresores sufre psicopatologías, mientras que el 90% restante "no sufre ningún trastorno".

Sanmartín diferenció ayer, en la presentación del informe Violencia contra la mujer en las relaciones de pareja, entre violencia doméstica y violencia en las relaciones de pareja. En el primer caso, se entiende por víctima a cualquiera de los miembros de la familia, por lo que el responsable del Centro Reina Sofía para el Estudios de la Violencia se inclina por la segunda expresión para definir a la violencia contra la mujer con la que se tiene una relación sentimental, ya sea cónyuge, pareja, novio o lo fuera en algún momento. Sanmartín destacó que en toda España, de las 66 mujeres que el centro ha contabilizado como víctimas de su pareja actual o pasada a lo largo de este año, el 42% de ellas eran novias o ex novias. Y destacó que de las siete fallecidas en la Comunidad Valenciana, todas o estaban separadas o tramitando la ruptura de la relación que mantenían con su agresor, se tratara de un matrimonio o de una relación sentimental.

El director del centro mostró su disconformidad con la teoría que apunta a que la violencia contra la mujer se ejerce cuando el hombre consume alcohol o substancias estupefacientes, ya que, recalcó, "se trata de un problema multifactorial, en el que mayoritariamente la causa es la educación". Sanmartín dijo que el alcohol "desinhibe y facilita que emerjan los estereotipos de feminidad y masculinidad; pero no es la causa".

De hecho, afirmó, "sólo el 10% de mujeres que mueren debido a este tipo de violencia lo hacen a manos de hombres que padecen psicopatologías, mientras que el 90% no padece ningún trastorno". Así, añadió que en estas agresiones influyen factores como la cultura patriarcal y estereotipos; factores sociales como la dependencia económica o el escaso apoyo institucional; familiares, como determinados patrones o la rigidez que presentan; e individuales, relativos a la psicología y la historia tanto del agresor como de la víctima. "El problema está en la educación", recalcó.

El estudio presentado ayer aborda la situación de las mujeres a través de una comparación de datos, la mayor parte de ellos oficiales, obtenidos de más de 70 países. Respecto a las tasas de asesinatos de mujeres, Estonia, Rumania, Suiza, Filandia, Bélgica o Dinamarca ocupan el segundo, quinto, décimo, decimosegundo, decimotercero y decimosexto puesto, frente a Portugal, España o Italia, que se sitúan en el vigesimoprimero, vigesimotercero y trigésimo puesto. Entre los países apenas figuran estados asiáticos o africanos, ya sea por la falta de registros en estas naciones o por la escasa credibilidad que transmitieron a los encargados de elaborar el estudio en el Centro Reina Sofía.

Sanmartín destacó que mientras el 31% de los asesinatos, de toda clase, de mujeres de todo el mundo tiene lugar en el marco de la familia, en Europa esta cifra es del 62,8%. Sin embargo, en España, la situación no es equivalente a la europea, ya que el 34,7% de los asesinatos de mujeres tienen lugar en casa, de acuerdo con datos de 2000. Al respecto, Sanmartín apuntó que en España la mujer "todavía está más segura en la familia que en la calle" frente a la situación del resto de Europa, que es a la inversa. De estos asesinatos en casa, en el 64,2% se trata de la pareja y en el 35,8% de otros familiares. La violencia contra las mujeres se inicia en España en el 31% de los casos durante el noviazgo, frente al 26,2% que comienza en el primer año de convivencia o el 21,4% del periodo comprendido entre el segundo y quinto año de relación.

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El modelo austriaco

José Sanmartín destacó que Austria es uno de los países con una mejor legislación en la lucha contra la violencia de género, ya que "concreta medidas adecuadas para la protección de la mujer" a través de una ley específica. Fue el primer país en establecer que el agresor es el que tiene que abandonar el hogar, frente a otros como Luxemburgo, donde en 2001 "todavía se podía aplicar la eximente a un hombre que asesina a su pareja cuando ésta era encontrada en pleno adulterio".

El responsable del centro pidió una ley que se dedique de forma exclusiva a combatir la violencia de género. "No hay que mezclar la violencia doméstica con la inseguridad ciudadana, [la primera] requiere normas independientes", señaló en defensa de una normativa legal ad hoc.

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