Alta tensión

Los dos últimos atentados en Turquía volvieron a llenar de temor y desconcierto a los inversores, aunque la apresurada oleada vendedora que sacudió a los mercados en esos primeros momentos se vio, providencialmente, frenada en seco.

El Ibex 35 terminaba esta sesión con un descenso del 0,28% y se mantiene por encima de los 7.100 puntos, aunque en los peores momentos llegó a caer el 1,45%. El índice general de la Bolsa de Madrid cedió el 0,17%.

Algunos de los inversores presentes en el parqué madrileño no tenían claro a última hora si el papel se había frenado por sí mismo o si fue la aparición de dinero la que salvó la jornada. En el resto de las bolsas europeas se produjo una situación idéntica, con caídas máximas del 1,66% en París y del 2,07% en Francfort que al final de la sesión se quedaron en el 0,57% y 0,39%, respectivamente. La Bolsa de Londres cerró con un descenso del 0,45%.

La presencia de dinero en el mercado no mejoró ante unos precios que podrían resultar tentadores en otras circunstancias y la contratación en el Mercado Continuo fue inferior a la del día anterior, con 1.670,74 millones de euros y sólo 155 millones en operaciones institucionales.

El ambiente, en general, está cargado de pesimismo por el tono de los acontecimientos y van a hacer falta muy buenas noticias para que los inversores decidan ampliar el nivel de riesgo de sus carteras, sobre todo ahora que ha crecido sin tener en cuenta las circunstancias del mercado.

La Bolsa de Nueva York abrió con un recorte del 0,72%, pero también allí el papel se agotó enseguida y a mdia sesión el índice Dow Jones ganaba el 0,28%. Un nuevo descenso en las peticiones semanales de subsidio de desempleo y la subida del "índice adelantado" de octubre por encima de las previsiones de los analistas, no conseguían animar a los inversores o, cuando menos, hacerles olvidar que el entorno geopolítico gana tensión día a día y que está muy lejos de estar controlado.