Altuna indaga en las raíces de la identificación entre 'euskaldun' y creyente
Belén Altuna (Zarautz, 1969), doctora en Filosofía, se estrena en el mundo literario con Euskaldun-Fededun. Euskaldun ona izateko modu baten historia (Euskaldun-Creyente. La historia de un modo de ser buen vasco), un ensayo que propone un viaje a un universo moral casi perdido. "La palabra pecado", dijo ayer, "ha desaparecido del diccionario" de las nuevas generaciones de vascos, pero antes, "no hace mucho", para ser considerado buen euskaldun era necesario ser creyente y practicante. "Sabino Arana llevó esta identificación hasta el extremo, al hacer de la fe una seña de identidad; explotó el "catolicismo étnico", según explica la autora en el prólogo.
El libro, publicado por Alberdania, es una versión revisada de la tesis que realizó Altuna bajo la dirección del antropólogo Mikel Azurmendi. "Mucha gente tiene miedo al ensayo y, más si es en euskera, pero he intentado eliminar los elementos más académicos y emplear un lenguaje medio literario", aseguró la autora. Todo, para brindar un análisis asequible de los motivos que llevaron a identificar al buen vasco con quien seguía los dictados del catolicismo al pie de la letra. La crisis del Antiguo Régimen, los ecos de la Revolución Francesa y el liberalismo hicieron temblar los cimientos de la Iglesia, que usó diversas estrategias para garantizar su hegemonía, explicó la autora. Se trató de "reinventar la tradición para reforzarla frente a la modernidad", desde una identificación de lo católico con lo bueno y lo bueno con lo euskaldun.
Esta relación se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XX, como recordó el escritor Anjel Lertxundi, que presentó el ensayo. "Mi generación nace en un momento en el que no se pone en cuestión esta dicotomía", afirmó. "La religión lo marca todo y nada se cuestiona. Y luego, en poco tiempo, no sé sabe cómo, todo cambia y se produce una secularización de la sociedad", apuntó.
"Creo que este libro puede ayudar a entender la situación en la que nos encontramos hoy".
Vida en un psiquiátrico
El trabajo de Altuna es tan sólo uno de los que presentan las editoriales en esta cuesta-maratón hacia la Feria del Libro y del Disco de Durango. Alberdania pusó también ayer sobre la mesa la primera novela del madrileño Gonzalo Etxague, un licenciado en Derecho que aprendió y después impartió euskera en la Euskal Etxea de Madrid.
Ahots bilduma (Colección de voces) narra la historia de un paciente de un psiquiátrico que cree tener una vida absolutamente normal con un único problema: su médico. Etxague, hoy afincado en Hendaya, no pretende hacer una radiografía de los sanatorios mentales sino hablar, con grandes dosis de humor, de los "distintos puntos de vista", de las distintas lecturas que puede hacer la gente ante una misma situación.
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