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ELECCIONES EN CATALUÑA | Los planteamientos del partido bisagra

Esquerra explora un Gobierno de cuatro partidos sin el PP

Los republicanos consiguen penetrar en las ciudades del área metropolitana de Barcelona

Enric Company

El auge del republicanismo independentista es uniforme en el territorio catalán. ERC ha casi doblado matemáticamente el número de votos y escaños: del 8,7% al 16,4% de sufragios y de 12 a 23 escaños. Con este crecimiento, que le ha otorgado la posición de bisagra del Parlamento catalán, la dirección del partido encargó ayer a dos de sus dirigentes, Ernest Benach y Joan Puigcercós, que exploren la viabilidad de un Gobierno de unidad catalanista formado por todos los partidos excepto el PP.

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El dato que más satisface a los republicanos es que las elecciones del domingo han confirmado la tendencia apuntada en las municipales de la primavera pasada, cuando ERC logró por vez primera resultados significativos en el área metropolitana de Barcelona, de la que habían estado ausentes o en posiciones irrelevantes. Eso significó que dejaba de ser una fuerza predominantemente rural o implantada sólo en localidades de menos de 5.000 habitantes.

La crecida en estos municipios donde se concentra la población catalana originaria de otras partes de España no es del todo uniforme, pero sí significativa. En L'Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad de Cataluña por su número de habitantes, ha pasado del 3,% al 9% de los votos. En Badalona, del 5,1% al 11%. En Santa Coloma de Gramanet, del 2,4% al 6,8%. En Sabadell, del 7% al 14%. En las ciudades de la segunda corona metropolitana, el salto es también muy notable. En Manresa, ERC alcanza el 21% de los votos, desde el 12,5% de 1999. En Igualada alcanza el 21,8% desde el 10,3% de hace cuatro años.

El avance de los republicanos se ha producido a costa en gran parte de CiU, pero también de los socialistas, e incluso en una pequeña proporción de Iniciativa Verds. El líder que ha dirigido este salto del partido, Josep Lluís Carod, lo consideró ayer como la aceptación del "proyecto nacional más valiente e integrador, el que no pregunta a nadie sobre su origen".

Los republicanos preparan ahora, además de los contactos políticos, una ronda de entrevistas con entidades cívicas, económicas y culturales para explorar también la aceptación de sus propuestas de constituir un frente cívico en favor de la reforma del Estatuto de Autonomía y del sistema de financiación de la Generalitat.

Carod advirtió a CiU y PSC "que dejen de bombardearnos" con peticiones de pactos y se atiendan a las condiciones anunciadas ya durante la campaña electoral como previas a cualquier acuerdo. A CiU le exige que renuncie a cualquier acuerdo con el PP en las Cortes españolas y "manos limpias", es decir, dejar de cobrar comisiones en las contrataciones de obras y servicios. Al PSC , la resolución de su "problema con el PSOE", es decir, la subordinación de la política catalana a la española. Los socialistas catalanes, dijo, "tienen el problema de que Bono y Rodríguez Ibarra van directamente encaminados a impedir un Gobierno de izquierdas en Cataluña".

Por si todo esto no bastara, el secretario general de ERC, que compareció en la sede del partido tras una primera reunión de urgencia de su comisión permanente, aseguró que todo está abierto. Que ERC quiere gobernar, pero si se impusiera un "pacto de continuidad" entre CiU y PSC, a quienes definió como los dos partidos que han perdido las elecciones, los republicanos no tendrían reparo en quedar como primera fuerza de la oposición.

Josep Lluís Carod, ayer, en la comparecencia ante la prensa.
Josep Lluís Carod, ayer, en la comparecencia ante la prensa.TEJEDERAS

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