ERC duplica sus votos en Lleida y se coloca a 5.000 sufragios del PSC

La noche electoral adquirió en Lleida varias tonalidades a medida que avanzaba el escrutinio. Mientras el recuento avanzaba y la euforia invadía a ERC y CiU, en el PSC se pasó de un optimismo moderado a la decepción más absoluta al comprobar que los electores habían vuelto a dar la espalda a su candidato. El éxito de ERC ha sido inapelable, al duplicar sus votos y colocarse a 5.000 sufragios del PSC. En cambio, CiU y PSC pierden 17.563 votos.

Lleida ha sido la circunscripción con más participación, con casi el 67%.

Esta vez, los republicanos, que partían con buenos augurios, empezaron a animarse cuando las encuestas elaboradas a pie de urna confirmaban un avance espectacular que los situaba como tercera fuerza política catalana.

Sus militantes no esperaron al resultado final para destapar las botellas de cava, al tiempo que atronaban los primeros gritos de "Carod president, Catalunya independent". El candidato Carmel Módol destacó que en Lleida hay un 20% de voto independentista, mientras que Miquel Àngel Estradé, tercero de la lista y ex alcalde de Les Borges Blanques, interpretaba los resultados como un toque de atención a sus gobernantes. "El pueblo quiere un cambio en las políticas sociales, nacionales y territoriales", explicó.

ERC ha duplicado el número de votos (de 22.011 a 40.131) en ocho capitales de comarca, entre ellas Lleida, lo que le ha permitido pasar de uno a tres diputados y situarse a sólo 5.000 votos del PSC, a quien ha desbancado como segunda fuerza política en la Noguera, Garrigues, Pla d'Urgell, Urgell, Solsonès y Segarra. Todo lo contrario les ha ocurrido a los partidos mayoritarios, CiU y PSC, que entre ambos han perdido 17.563 sufragios, la mayoría de los cuales han ido a parar a la lista republicana.

Nacionalistas y socialistas han pinchado en todo el territorio, especialmente en el Pirineo. Aun siendo la fuerza hegemónica en las 12 capitales de comarca, con el 41,5% de los votos, CiU ha perdido casi siete puntos en el conjunto de la provincia y ha experimentado un retroceso notable en Balaguer, Les Borges Blanques, Cervera, La Seu d'Urgell, Solsona, Tàrrega, Tremp, Vielha y Mollerussa, localidad natal del candidato y actual consejero de Agricultura, Josep Grau, quien, la misma noche electoral no dudó en reclamar para su federación el derecho a presidir la Generalitat. Por el contrario, sólo ha crecido en El Pont de Suert y Sort. CiU ha aguantado el batacazo en Lleida gracias al poder de movilización demostrada por una lista de lujo integrada por dos consejeros, alcaldes y cargos institucionales.

Los resultados indican que el PSC ha sido la fuerza más castigada en Lleida, ya que ha salido malparada en todas las capitales de comarca, excepto en Tremp y Vielha. No sólo ha perdido más de 10.000 votos y un escaño, precisamente el que ganó hace cuatro años al compartir lista con ICV, sino que ha sido el único partido que ha retrocedido en la ciudad de Lleida, gobernada desde hace 23 años por el socialista Antoni Siurana. El cambio de Antoni Siurana a última hora por Jordi Carbonell, un candidato menos conocido que el alcalde, ha sido una de las causas del fracaso socialista.