Más autogobierno o más política social
Los nacionalistas centran sus programas en la demanda de más autonomía y la izquierda lanza una batería de ofertas sociales
Los programas electorales de los cinco grandes partidos catalanes, escritos hace meses, estaban preparados para una confrontación directa sobre el modelo de Estado. Todos tienen una detallada explicación sobre este asunto. Pero al final, en la campaña se ha ido imponiendo también la otra parte de esos textos, la del modelo social. Son el Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) los que dedican la parte más extensa de sus programas a las propuestas sociales, mientras que los nacionalistas de Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana (ERC) se centran en el autogobierno. El Partido Popular (PP) se concentra en la bajada de impuestos.
- Todos menos el PP proponen reformas del Estatuto. Todos los partidos, incluido el PP, defienden ampliar el autogobierno de Cataluña. La diferencia fundamental estriba en cómo hacerlo. El PP es el único que no quiere cambiar el estatuto. Esquerra Republicana propone directamente la independencia de Cataluña y su integración en la Unión Europea como Estado de pleno derecho, aunque asume una fase previa de Estado asociado con España, similar a la que plantea el PNV para el País Vasco.
El PP ofrece bajadas de impuestos; el PSC, menos temporalidad, y CiU, 342.000 empleos
CiU pide un concierto como el vasco; ERC, la independencia, y el PSC apoya el federalismo
CiU no llega tan lejos. Sólo habla de soberanía compartida. Quiere un modelo de financiación inspirado en la fórmula del concierto económico vasco. Además exige el reconocimiento de las selecciones catalanas -lo de competir bajo bandera andorrana no estaba en el programa- y una presencia directa en la Unesco.
Mientras que las propuestas de los nacionalistas se centran en Cataluña, tanto el PSC como Iniciativa proponen un nuevo modelo de organización para todo el Estado: el federalismo. Además, exigen que Cataluña pueda participar en las decisiones de la Unión Europea que afecten a competencias transferidas. En cuanto a financiación, el PSC propone que todas las autonomías contribuyan proporcionalmente a su riqueza y reciban con relación a su población. La izquierda quiere reforzar los mecanismos de coordinación. Todo ello debería confluir en la petición generalizada: que el Senado se convierta en Cámara de representación territorial.
El PP se limita a presumir de los acuerdos de financiación alcanzados con el Gobierno de José María Aznar y dice que "el mayor autogobierno de la historia de Cataluña" se puede desarrollar más sin cambiar una coma del estatuto.
- Vivienda de alquiler, propuesta estrella de Maragall.
Ha sido la estrella de la campaña. La propuesta de Maragall de conceder ayudas para el alquiler -inexistentes en Cataluña- de hasta 240 euros al mes para personas de edades comprendidas entre 25 y 32 años, además de patrocinar una línea de crédito "para la emancipación", que podrá llegar hasta los 30.000 euros, amortizables en 10 años, marcó parte de la campaña. Los socialistas se comprometen, además, en su programa a promover la construcción de 42.000 viviendas en régimen de alquiler. En esta competencia de promesas, CiU llega más lejos. Asegura que pagará hasta el 20% del coste de la primera vivienda a los menores de 35 años, a las familias numerosas y a los discapacitados, y que ofrecerá suelo para construir 60.000 viviendas, además de promover otras 20.000 de protección oficial. ICV propone subir la cuota de pisos protegidos al 20% de los que se construyan. El PP garantiza más liberalización del suelo, ayudas fiscales a la compra y más iniciativa privada, y se niega a cuantificar sus ofertas de pisos por considerarlo "demagógico".
- CiU promete 342.000 nuevos empleos. Convergència i Unió se compromete a crear 342.000 empleos en cuatro años a través del apoyo a las empresas e incrementar el salario mínimo hasta las recomendaciones europeas, y ofrece bonificaciones a las empresas que mantengan a sus trabajadores por encima de 50 años (ahora es a partir de 55). Además sugiere la oportunidad de reducir algunos convenios colectivos en el ámbito catalán. También promete protección a una de sus grandes bolsas de electores: los pequeños comerciantes. El PSC se concentra en las mujeres y los jóvenes. Un total de 120.000 de ellas, dice, tienen que entrar en el mercado de trabajo en cuatro años. Además, si gobierna Maragall, se proporcionará formación profesional a 250.000 jóvenes en los próximos cinco años. Cualquier parado tendrá derecho a un plan de búsqueda de trabajo personalizado a partir del cuarto mes sin empleo. El PSC recupera las 35 horas laborales, con un programa de incentivos a las empresas. Además se compromete a doblar la contratación a tiempo parcial antes de 2010 y reducir la tasa de temporalidad hasta el 15%, la mitad de la actual. El PP, cuya propuesta estrella es una bajada del 1,5% de media en el tramo catalán del IRPF, promete directamente alcanzar el pleno empleo en cuatro años mediante estas bajadas de impuestos y dando más facilidades para crear una empresa. ERC apuesta por reducir cada año un 4% de temporalidad.
- Sanidad, un fracaso en la salud mental. Todos los partidos menos CiU consideran que el mayor fracaso se ha dado en salud mental. Los nacionalistas colocan el modelo catalán como "una referencia". A partir de ahí, se limitan al compromiso de "continuar" reduciendo las listas de espera. El PSC ofrece dentista gratuito para los niños de entre 6 y 14 años y promete más camas de hospital. Iniciativa propone un nuevo pacto político y social sobre el sistema sanitario. El PP dedica la parte más extensa de su programa a este asunto y propone menos intervención pública en la gestión de los centros y promover más los conciertos con los privados, que deben ser pagados por el Estado de forma rápida y suficiente, ya que ahora, según el PP, se hace por debajo del coste.
- Más seguridad, despliegue de los Mossos. La gran polémica, también en esta cuestión, es de competencias. CiU propone el despliegue completo de los Mossos en 2008, con más de 15.000 policías. El PP, que ha hecho de este asunto uno de los ejes de la campaña, pide más presencia policial en las calles. No se opone al despliegue de los Mossos, pero quiere garantías de que los miembros de los cuerpos de seguridad del Estado puedan incorporarse a la policía autonómica. Mientras CiU habla del "descanso de los vecinos", los programas de los tres partidos de izquierda alertan de que la seguridad no puede basarse únicamente en medidas policiales. Los tres piden que la Generalitat asuma el mando único de las fuerzas y los cuerpos de seguridad en Cataluña. Los republicanos son los únicos que exigen que la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía se retiren de Cataluña ya. Además quieren acabar precisamente con esa cuota de policías en los Mossos que pide el PP.
La inmigración y el catalán
Aunque ningún partido se ha atrevido a centrar su campaña en ello, los recelos ante la inmigración están detrás de gran parte de los discursos, especialmente los de los nacionalistas y el PP.
El programa de CiU, que en realidad es un conjunto de ideas esquemáticas no desarrollado, apunta algunas líneas que, sin llegar a concretarse, pueden ser polémicas. Por ejemplo, cuando dice que es el inmigrante el que tiene que comprometerse, firmando un "contrato con Cataluña", a respetar los valores del país. Además, exige plenas competencias en esta materia para la Generalitat. Eso incluiría que, para poder llegar legalmente a Cataluña, los inmigrantes tendrían que solicitarlo en las delegaciones de Cataluña en el exterior. El Gobierno central ha recurrido ante el Tribunal Constitucional contra la dedicación de estas oficinas a la política de inmigración.
En las delegaciones recibirían clases de catalán antes de poder entrar. "Se contratará y formará en origen a los inmigrantes que Cataluña necesite", "construiremos y mejoraremos los alojamientos para trabajadores temporales", "facilitaremos la tarea a los inmigrantes que quieran volverse a sus países": son algunas de las frases del programa de CiU sobre este asunto.
El PP propone ser "muy riguroso con las expulsiones". "Los inmigrantes no pueden poner en cuestión las normas de convivencia establecidas en España", añade.
Mientras, los programas de la izquierda, incluida ERC, se centran en la integración de los extranjeros y en facilitar su acceso a la vivienda y a la sanidad pública. El PSC pide participación de la Generalitat en esta política y ERC quiere las competencias exclusivas.
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