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Entrevista:

"Por más que quiera el márketing, el fútbol es ataque y defensa"

Carlos Queiroz admite que está obligado a cambiar la naturaleza de las estrellas del Real Madrid por falta de jugadores de contención

Diego Torres

Carlos Queiroz dice que le gusta la humedad y el aire caliente porque le recuerda a Mozambique, donde nació en 1953. Mucho más le gusta perderse en la sabana con su rifle y pasar alguna noche al raso, como cuando era un chaval, a la caza de algún antílope en ciertas zonas remotas del África oriental. Acuciado por una derrota (4-1 ante el Sevilla) que por poco da con el entrenador del Real Madrid en el cadalso, el lunes debió exponer su imagen a la erosión pública durante varias horas desde el mediodía hasta la madrugada del martes. La goleada del Sánchez Pizjuán erosionó a Queiroz más que a nadie.

Queiroz parecía contrariado ayer, durante una entrevista concedida a la BBC. Molesto, pero educado y muy sutil. Con la media sonrisa de quien debe poner la cara porque para eso le pagan, no por ampuloso resultó poco punzante cuando le preguntaron cómo se las apañaba para dirigir a una plantilla en la que los delanteros aumentan al mismo ritmo con que disminuyen los marcadores. Para explicar su situación acudió a lo metafórico: "Si tienes un comandante de un 747 haciendo publicidad y es fantástico levantando el vuelo pero cada vez que aterriza mata a unas personas. ¿Qué piensas de ese comandante? Ése no es el equipo que quiero. Un equipo que es el mejor del mundo para despegar pero cuando tiene que aterrizar unas veces no encuentra la pista, otras cae al mar... No tiene sentido. Es como estar desvirtuando la naturaleza del juego".

¿Tiene el Madrid la mejor plantilla de Europa? "Bueno..., no quiero hacer comentarios"

La metáfora dejaba entrever el estado de ánimo del técnico. "Tenemos grandes jugadores, grandes campeones con una mentalidad atacante, creativos, con fantasía", dijo. "Esa es la cultura del Madrid. El club puede diseñar una política y una filosofía, pero hay una cosa que no es alterable: la naturaleza de este negocio. Y la naturaleza del fútbol es que es un juego. Un juego que tiene ataque y defensa. Y por más que quiera el departamento comercial, de márketing, o el departamento que dirige una empresa, si alteras la naturaleza del juego... No puedes porque es una competición con otros equipos. No es como lanzar al mercado un producto que compite consigo mismo. En el fútbol el producto se presenta en el campo, y ahí hay que ganarle a otro. Y para eso, un gran equipo tiene que tener grandeza en todas sus facetas: la lucha, la actitud, la determinación, la calidad técnica, jugar

a los dos lados del balón, en defensa y ataque".

Ante la falta de defensas, el entrenador reconoce un dilema: debe forzar la naturaleza de las estrellas para que cada uno, a su manera, haga un poco de Makelele: "Lo que no es posible hacer individualmente tenemos que hacerlo colectivamente. Si cada uno, Figo, Zidane, Raúl... hace una contribución del cinco por ciento de su trabajo para el colectivo, entonces encontraremos las soluciones defensivas que si tuviésemos otro tipo de jugadores no necesitaríamos buscar. Como no tenemos esos jugadores, son los detalles de cooperación los que nos tienen que llevar a la solución. Porque al final, estos jugadores son muy competitivos y entienden que no nos vale de nada ser muy buenos despegando si cada vez que aterrizamos nos matamos (...). El trabajo nunca es fácil, sobre todo cuando tienes que cambiar hábitos de años y, principalmente, la naturaleza de los futbolistas. La ventaja es que son grandes jugadores que entienden el juego. Dado que su inteligencia les hace ser conscientes de los problemas que tenemos, nos podemos poner en el buen camino".

En el Madrid, por tanto, la falta de una defensa sólida provoca que las grandes figuras, los llamados galácticos, pierdan la libertad que tendrían en otros conjuntos. El caso de Francia con Zidane es un ejemplo para el técnico: "Es lo contrario a la filosofía del Madrid. Juega con cuatro defensores y tres pivotes de recuperación, en total, siete marcadores, y luego Zidane, Henry y Wiltord. Claro que las responsabilidades de estos tres son diferentes. ¡Porque tienes tres pivotes por detrás!".

"Es la realidad que tenemos, con ella vivimos y con ella somos felices", dice Queiroz con un deje irónico, cuando le preguntan por lo corta que es su plantilla. Es una "realidad" y la admite porque "no podemos tener fantasías cuando construimos el futuro".

¿Sería entonces una fantasía decir que el Madrid tiene la plantilla más poderosa de Europa? ¿Es mejor la del Milan, por ejemplo? Al oír la pregunta, el técnico clava la mirada en su interlocutor y desliza: "Bueno... no quiero hacer comentarios".

Carlos Queiroz.
Carlos Queiroz.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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