La Cámara renueva tres vacantes de la Acadèmia en un clima de satisfacción

El pleno de las Cortes Valencianas renovó ayer las tres vacantes existentes en la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) en una votación sin más complicación que una papeleta en blanco en la designación de Emili Casanova y Ángel Calpe -no así en la de Manuel Pérez Saldanya- y nueve ausencias en el hemiciclo, la del propio presidente de la Generalitat y otro diputado popular, seis parlamentarios del Grupo Socialista y uno de L'Entesa.

Las candidaturas, que fueron respaldadas por una amplísima mayoría, cubren la baja de Alfred Ayza, fallecido en febrero pasado; Xavier Casp que dimitió en septiembre del año pasado, y Carme Barceló, quien renunció el pasado 30 de septiembre. Emili Casanova (Agullent, 1956), candidato de consenso entre populares y socialistas que cubre la plaza de Ayza, es profesor de Filologia Catalana en la Universitat de València. Manuel Pérez Saldanya, de 41 años, fue elegido a propuesta del PSPV en sustitución de Carme Barceló y es profesor de Filologia Catalana y miembro del Institut d'Estudis Catalans. Ángel Caspe (Valencia, 1966), que sustituye a propuesta del PP a Xavier Casp, es médico, colaborador de la Real Academia de Cultura Valenciana y ha asesorado a Unió Valenciana.

La presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Ascensió Figueres, calificó la elección de los nuevos miembros de "muy acertada" y ensalzó la actitud de consenso de los grupos parlamentarios. Figueres anunció que los nuevos académicos podrían tomar posesión el próximo 20 de noviembre en una sesión que presidirá Francisco Camps.