La oposición y el PP acusan a CiU de haber impedido el desarrollo del Estatut
Cuatro contra uno en dos ocasiones, pero con diferentes protagonistas. Por una parte, el PP quedó aislado en su defensa del actual Estatut frente al resto, que apuesta por su reforma. Por otra, todos los partidos culparon a Convergència i Unió (CiU) de haber bloqueado el desarrollo estatutario; por ejemplo, en su empeño de paralizar la aprobación de una Ley Electoral catalana. "Necesitamos que el nuevo Estatut quede blindado para que nadie pueda incumplirlo", señaló Pasqual Maragall. Incluso Josep Piqué aseveró que queda "mucho por desarrollar"
Los candidatos de CiU, el Partit dels Socialistes (PSC), Esquerra (ERC) e Iniciativa (ICV-EUiA) resumieron sus propuestas de Estatut. Constataron distintas divergencias, lo que le sirvió al popular Piqué para hurgar en este terreno y augurar, de paso, un fracaso en el trámite parlamentario. "¡Será difícil que se entiendan estos señores!", soltó en tono de burla, aunque se avino a discutir la reforma del Estatut si se presenta una propuesta "razonada y sensata".
Piqué dice que el PP discutirá la reforma si existe una propuesta "sensata y razonada"
Entre los partidos que defienden un nuevo marco estatutario hubo unanimidad: Estatut significa bienestar; conseguir que los ciudadanos "vivan mejor", en palabras de Maragall y Joan Saura. Para ello, el Estatut debe adaptarse a las necesidades sociales, a las del siglo XXI. Por ejemplo, la nueva inmigración, las nuevas tecnologías o la pertenencia a la Unión Europea. Circunstancias desconocidas cuando se aprobó el actual Estatut en 1979.
El socialista Maragall insistió en denunciar -a veces secundado por el republicano Josep Lluís Carod y el ecosocialista Saura- el "tiempo perdido" durante esta legislatura para acelerar la reforma estatutaria. Un freno, aseguró el socialista, apretado por el pacto de legislatura entre CiU y el PP. "Ustedes lo han paralizado y ahora", dirigiéndose al convergente Artur Mas, "presentan deprisa y corriendo una propuesta de Estatut". Mas evitó el choque dialéctico y se refugió en su argumento de equiparar a socialistas y populares en materia autonómica y en imputar al PSOE un "uniformismo" de competencias entre comunidades. "Usted no ha convencido ni a los suyos y quiere convencer a los catalanes", le lanzó Mas a Maragall, en alusión al documento de Santillana del Mar.
El candidato convergente se esforzó en buscar el punto de equilibrio entre las posiciones independentistas de Carod y las inmovilistas de Piqué, que acusó a Mas de saltarse la Constitución y defender la "soberanía". "No somos radicales", manifestó Mas. "Nosotros queremos un Estado libre para Cataluña y ahora ya sabemos que Mas no está por la soberanía, sino por un regionalismo bien entendido", respondió Carod.
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