"Soy bastante rumbero"

El burgalés Antonio de la Cuesta formó parte en Pamplona de Cagando Duro, Tijuana In Blue y Kojón Prieto y los Huajolotes. Luego se mudó a Barcelona y abrazó la canción italiana como Tonino Carotone, "crooner del neorrealismo navarro y la filosofía de txakoli", que despachó más de 70.000 ejemplares de su estreno sólo en Italia. Mañana presenta en Bilbao Senza ritorno (Virgin), segundo disco que remite a Sicilia e incluye aires cíngaros que casan con su inclinación al humor y la parranda, filtraciones guajiras, arábigas y rumberas, y hasta una canción infantil.

Pregunta. ¿Senza ritorno es mejor que su estreno?

Respuesta. Es diferente, sin más. Sigue una misma línea, pero puede tener un punto más mediterráneo, igual más griego. También soy bastante rumbero. ¿Más sixty y ye-yé? Sí. Así como el primer disco estaba inspirado más en los años cincuenta, éste supone un paso más hacia delante.

P. ¿Grabaría un disco de Tonino Carotone sin sentido del humor, aséptico, serio?

R. Sería imposible. Siempre desprendería mi personalidad, de una manera o de otra.

P. ¿Adriano Celentano y Renato Carosone figuran realmente entre sus ídolos?

R. Son dos de mis grandes inspiraciones, por qué negarlo. Pero también lo son Barricada, o los R.I.P. o La Polla Records. Uno es lo que ha oído y ha sentido.

P. Ha subido ebrio a más de un escenario.

R. Creo que me puedes preguntar si he subido alguna vez sereno... Por naturaleza, siempre tiramos a abusar de lo que nos gusta. Mis conciertos son una mezcla de sensaciones viciosas, incluso divertidas.

P. Está afincado en Barcelona. ¿Echa de menos Pamplona?

R. Muchísimo. Incluso echo de menos Barcelona. Voy constantemente de un sitio a otro, es una manera como de vivir en la emigración, en el exilio. Siento muchísima nostalgia, pero en la vida hay que moverse.