Obras en la ciudad y pasteles
La capital se ha revolucionado por el anuncio de la boda del Príncipe.Desde al alcalde a los pasteleros. Hasta el propio rey Juan Carlos se preocupó -y así se lo hizo saber el miércoles al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP-, por lo que parece un mal endémico de la ciudad, las obras en la calle. El regidor, que encara su primer año al frente del consistorio, esconde en su agenda un buen puñado de trabajos en la vía pública, a los que hay que sumar los que dirige el Ministerio de Fomento. El más importante es el que afecta a la Puerta del Sol. El ministerio está a punto de excavar allí una gran estación subterránea de cercanías. Para que los trabajos no impidan que la celebración sea lo más lucida posible, el alcalde ha creado una comisión municipal que se encargará de coordinarlo todo.
Mientras tanto, el gremio de pasteleros de Madrid busca un dulce para conmemorar la boda; la dirección del Museo de Cera ya ha encargado una réplica de Letizia Ortiz, y los vecinos con balcón al Palacio de Oriente comienzan a recibir ofertas millonarias por prestarlo el día de la ceremonia.
