"Para vivir del cómic hay que trabajar para los norteamericanos"
Rafael Amat (Almería, 1973) es profesor y se ha embarcado solo en la aventura editorial de su propio tebeo por devoción y convicción. En tan sólo unos meses ha logrado distribuir Las cosillas de Ana y Alex, que firma como Ales, en una docena de provincias españolas. El sábado presentará su trabajo en Almería, en el marco de las Jornadas del Cómic que organiza D. Tebeos.
Pregunta. ¿Por qué ha emprendido solo la edición de su cómic?
Respuesta. Para tener total libertad a la hora de sacarlo. Llevo dos años dándole vueltas y, si me pliego a las condiciones de una editorial, habría tardado mucho más en salir y, encima, no habría tenido libertad. Por eso me autoedito, para hacer lo que realmente quiero.
P. Con la avalancha audiovisual de hoy día, ¿tiene futuro el cómic?
R. Tiene poco. Pero yo, con mis alumnos, he realizado una prueba. Hemos creado una tebeoteca en el instituto y, para nuestra sorpresa, los niños leen los tebeos en sus horas libres. El problema es que no se fomenta.
P. ¿El cómic nutre al cine?
R. Por su puesto que sí. El ejemplo más evidente lo tenemos ahora con Matrix Revolution, una película que está sacada del manga japonés. Aparte están todos esos personajes como Superman o Spiderman. El cómic es el gran filón del cine de acción.
P. ¿Hay más lectoras y creadoras?
R. Existen ahora unas publicaciones del manga, Shojo, que están dibujadas por chicas y van dirigidas a chicas. Hasta ahora, eso no era posible porque la mujer ha estado relegada a puestos de trabajo específicos: o eran secretarias o amas de casa...
P. ¿Es bueno que proliferen los salones del cómic en España?
R. Creo que es muy bueno. En Andalucía sólo hay tres citas sobre el tema: el Salón de Granada, unos encuentros en Sevilla y las Jornadas de Almería que, aunque duren dos días, cuenta con una exposición un mes entero. Casi cada provincia tiene el suyo y es bueno porque demuestra que el tema tiene mercado y aceptación.
P. ¿Qué personaje le hubiera gustado inventar?
R. Me habría encantado dibujar la Spirit, de Will Eisner, por todo lo que aportó: rompió con la estructura de los cómic, por su manera de secuenciar las viñetas, por cómo jugaba con el lenguaje...
P. ¿Está la industria mejor que en los ochenta?
R. De aquellos años sólo queda El Víbora. Ahora, si quieres vivir de esto, tienes que trabajar para los norteamericanos y hacer superhéroes como hace Carlos Pacheco, por ejemplo. Pero en cada página hay un trabajo enorme, de ocho horas mínimo, que sólo pagan a 18 euros.
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