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Los trabajadores del Ayuntamiento de Cádiz amenazan con recrudecer sus protestas

Los representantes de los funcionarios califican la actitud de Martínez de "fascista"

Doce delegados de UGT, Comisiones Obreras y el Sindicato de Policía Local se subieron ayer a la azotea del Ayuntamiento gaditano para reclamar una respuesta municipal a sus reivindicaciones de mejoras laborales y salariales. Los sindicatos, que suman hoy 16 días ininterrumpidos de encierro, anunciaron que "recrudecerán" sus protestas y calificaron la actitud de la alcaldesa, Teófila Martínez, de "fascista y antidemocrática". Ésta acusó a los sindicatos de "no querer sentarse a negociar" y aseguró que su gobierno "es receptivo al diálogo".

Los sindicatos piden un aumento salarial ajustado al IPC. "Tienen que cumplir la subida aprobada el Gobierno central, también del PP", dijo ayer Juan Aragón Pina, sindicalista de CC OO. Además, exigen la reclasificación de todos los grupos de trabajadores para que se les reconozca su categoría profesional, planes de pensiones con aportación inicial exclusiva del Ayuntamiento y la convocatoria de nuevas plazas fijas para los interinos. También reclaman la sustitución de todas las horas extras de la plantilla por nuevos puestos de trabajo.

Los representantes de todos los sindicatos con representación en el Ayuntamiento de Cádiz (UGT, CC OO, Autonomía Obrera y el Sindicato de Policía Local (SPL) cumplieron ayer el 16º día de encierro. También se encaramaron a la azotea del Ayuntamiento para hacer más pública su protesta.

La Policía Local intentó desalojarlos, pero desistió en su intento por el peligro que entrañaba retirar a la fuerza a los sindicalistas. "La policía ha venido con la orden de desalojo y les hemos dicho que comunique a los superiores el riesgo que conlleva el intento de desalojo en esta zona tan peligrosa, de la que alguien puede caer al vacío", dijo Manuel Brenes, portavoz de CC OO.

Los sindicalistas abandonaron la protesta a las 15.15 para volver a encerrarse en los despachos sindicales del edificio Amaya, justo al lado del Ayuntamiento.

La protesta de ayer pretendía denunciar "la prepotencia y falta de capacidad de diálogo" que, a su juicio, están demostrando Teófila Martínez y el concejal de Personal, Ignacio Romaní.

Éste faltó el lunes de la primera reunión convocada por la mesa de negociación desde que estalló este conflicto. Según dijo Romaní, el Ayuntamiento no negociará hasta que "no acaben las protestas y los chantajes". Esta actitud contrasta con las declaraciones de ayer de la alcaldesa, quien acusó a los sindicatos de "no querer sentarse a negociar" con el equipo de gobierno. Según Martínez, su equipo es "receptivo al diálogo, como ha demostrado los últimos ocho años".

Las críticas de los sindicatos también se dirigieron ayer contra Romaní. "Este hombre vive en una nube. Cree que está por encima del bien y del mal. Así que no abandonaremos las protestas hasta que nos sentemos en una misma mesa y nos miremos de igual a igual y no con la prepotencia que demuestra el edil en este conflicto", dijo Brenes.

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