_
_
_
_
_
Reportaje:FÚTBOL | Internacional

Paradójico Stuttgart

Un equipo con apuros económicos marcha líder invicto en la Bundesliga con jugadores secundarios a los que Felix Magath ha puesto en órbita

No fue flor de un día ni sonó la flauta por casualidad. El Stuttgart, el subcampeón de la pasada Bundesliga, viene confirmando esta temporada que es un equipo sólido al haberse encaramado, tras once partidos invicto, a la cabeza de la clasificación, aventajando por seis puntos al Bayern Múnich, y marchar también en la primera posición, por delante del Manchester United, en su grupo de la Liga de Campeones.

El Stuttgart ha logrado el milagro con muy poco dinero y un conjunto formado con media docena de chavales alemanes casi desconocidos, otra media docena de extranjeros de segunda fila y un entrenador, Felix Magath, ex internacional del Hamburgo, que, a sus 50 años de edad, ha llegado a la madurez y desempeña también con éxito la dirección deportiva del club.

Hildebrandt ha superado la marca de imbatibilidad de Kahn: 885 minutos sin recibir un gol
El delantero Kuranyi es la gran revelación: golea, pasa, tiene gran velocidad y trabaja a destajo

El último sábado le bastaron tres minutos, entre el 62 y el 65, para lograr un triunfo por 4-1 en el derby de Baden-Wurtenberg. Los suabos del Stuttgart arrollaron en ese mínimo espacio de tiempo a sus eternos rivales, los badenses del Friburgo, de manera concluyente para que no cupiera duda alguna acerca de su superioridad actual.

El milagro del Stuttgart, su confirmación en esta campaña como cuadro puntero en Alemania, lleva el nombre de Magath. Este hombre de carácter hosco y con tendencia a la introversión ha madurado como entrenador y ha suavizado su estilo dictatorial, mamado en sus años de futbolista en el Hamburgo con preparadores como el yugoslavo Branco Zebec y el austriaco Ernst Happel. De ellos dice precisamente Magath, con un tono irónico, que tuvieron éxito porque nadie entendía sus instrucciones, ya que su alemán era casi incomprensible.

En el Stuttgart, Magath es amo y señor, algo así como Carlos Queiroz y Jorge Valdano en el Madrid, pero en una sola persona, y renovó su contrato por 1,3 millones de euros hasta 2005. En un club con una deuda de 16,6 millones y en una región que se caracteriza por la avaricia, tan sólo dispuso de cinco millones de euros para reforzar el equipo al empezar la temporada y afrontar, entre otras, la difícil tarea de cubrir el hueco del búlgaro Balakov en el centro del campo.

Con esos modestos mimbres Magath ha formado un equipo que hace un excelente fútbol en medio de la penuria por la que atraviesa Alemania. El Stuttgart cuenta con tres o cuatro futbolistas que apuntan a internacionales seguros en la Copa del Mundo de 2006, que se disputará en casa.

El portero Hildebrandt, de 24 años, acaba de batir la marca de imbatibilidad del gran Kahn: 885 minutos sin recibir un gol. Además, el que le metieron en Bremen, que puso fin a la racha, fue ilegal porque el balón había rebasado la línea de fondo antes del centro final. Hildebrandt está llamado a suceder a Kahn en la selección.

Los dos laterales, Hinkel, de 21 años, y Lahm, de 19, son sensacionales. Hinkel ya ha debutado con la selección, es capaz de llegar hasta la línea de fondo contraria, regatear a dos o tres defensas y realizar un perfecto pase de la muerte. Podría haber sido un sustituto ideal de Míchel Salgado en el Madrid si finalmente éste no hubiese prorrogado su compromiso y continuado en el club. Lahm está cedido por el Bayern Múnich y tiene también una enorme fuerza ofensiva.

En el centro de la defensa, dos extranjeros: un brasileño desconocido, Bordon, de 27 años, y el portugués Meira, de 25. Bordon se ha lesionado, tendrá que pasar por el quirófano y se perderá lo que queda de la primera vuelta del torneo. Aquí tiene Magath un gran problema que puede romper la buena marcha del equipo.

En el centro del campo cuenta el Stuttgart con un coloso de 36 años, el internacional croata Soldo, un pivote defensivo en plena forma que corta, reparte, organiza y todavía tiene fuerzas para rematar con su excelente juego de cabeza.

A su lado, Heldt, un alemán de 34 años, rescatado por Magath del Graz de Austria, y el también croata Vranjes, desechado a los 23 años por el Bayer Leverkusen y que ha sido recuperado por el Stuttgart.

El heredero del gran Balakov es un bielorruso de 22 años que responde al nombre de Hleb y se ha revelado como un futbolista de extraordinaria técnica.

En la delantera tiene el Stuttgart a la gran revelación del fútbol alemán: el delantero Kuranyi, de 21 años, nacido en Brasil, hijo de alemán y panameña, criado con su tía en Alemania. Kuranyi ya ha debutado con la selección nacional y ha marcado un gol a Islandia. En la Liga de Campeones, también ha metido un gol al Manchester United y otro al Celtic Glasgow. En la Bundesliga, marcó 15 goles y dio nueve pases de gol en la temporada pasada y en esta Liga, tras una fase de sequía, ya ve puerta de nuevo y al Friburgo le metió dos goles el sábado: uno de aprovechón y otro de un enorme disparo. Kuranyi es un delantero completo: golea, pasa, tiene una gran velocidad y trabaja a destajo.

A su lado, el desconocido húngaro Szabics, de 22 años, se ha revelado también como un gran fichaje que Magath se sacó de la chistera del Graz.

A pesar de su actual bonanza, el Stuttgart tiene un futuro problemático. La pregunta que todos se hacen es cuánto tiempo podrá este club en la ruina conservar sus figuras. Los buitres ya sobrevuelan el Neckarstadion y no tardarán en presentar sus ofertas por jóvenes valores como Kuranyi, Hinkel o Hleb y desmantelar el conjunto más prometedor de la Bundesliga.

Kuranyi canta, el sábado, uno de sus goles al Friburgo.
Kuranyi canta, el sábado, uno de sus goles al Friburgo.EFE

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_