Un almuerzo récord para Flecha Negra
Artur Mas demostró ayer que a sus 47 años no ha perdido sus habilidades futbolísticas. Las mismas que en su juventud, jugando de centrocampista en el Júnior de Sant Cugat, le hicieron merecedor del sobrenombre de Flecha Negra. En el parque de la Ciutadella, tras la rueda de prensa para presentar las iniciativas a favor de la familia, los dirigentes nacionalistas y sus hijos se pusieron a darle al balón. Un reñido partido en el que Mas, pese a sus denodados esfuerzos, no logró meterle ningún gol a Quim Forn, presidente de la federación de Barcelona de CDC. Mas jugó de extremo izquierda. Una posición que, precisó, está reñida con su ideología política.
Aunque no metió goles, Mas tuvo su recompensa a la hora del almuerzo. CiU congregó en la Fira de Barcelona a 946 familias con sus hijos, procedentes de cada uno de los pueblos de Cataluña. Fue una comida que congregó a 5.122 personas, servidas por 180 camareros. Se usaron 25.610 platos, 15.366 copas, 35.854 cubiertos y 2.541 ceniceros, y 35 cocineros se encargaron de preparar el ágape.
