El cine se hace letra
La escritura, una vez más, amamanta lo visual, lo explica, va más allá, a veces, y revuelca el famoso dicho de "una imagen vale más que mil palabras" por su otra cara. De la palabra echan mano maestros como Mario Camus, José Luis Borau y Fernando Colomo o jóvenes con futuro como Roger Gual, uno de los artífices de Smoking room, para inaugurar la colección Fahrenheit 451. Se trata de un puñado de libros apañados, variados y de mucho interés en general, que la editorial Ocho y Medio ha creado como novedad. Son nuevos volúmenes que se unen así a ese manantial de bibliografía cinematográfica de esta activa y pequeña firma, que está abriendo muchos huecos necesarios, sobre todo con la publicación de guiones de cine español, europeo y, en ocasiones, norteamericano, un género en el que han sacado ya al mercado 42 títulos sin contar los que están por salir: Noviembre, la película de Achero Mañas, y Te doy mis ojos, la nueva obra de Icíar Bollaín.
Para empezar, en Fahrenheit 451 han aparecido títulos a destacar. Uno, La pintura en el cine, el cine en la pintura, de José Luis Borau, donde el maestro, autor de Leo o Furtivos, analiza la riqueza de aportaciones que un arte ha dado al otro en lo que es una ampliación de las tesis que pronunciara en su discurso de entrada a la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
El diario es otra modalidad que cabe en la colección. Uno acaba de cobrar nueva actualidad. Es el que Fernando Colomo escribió durante el rodaje de Al sur de Granada, una de las tres películas españolas que optan a la preselección de los oscars del año que viene. Fernando Colomo salpica de espontaneidad este acercamiento suyo al maestro Gerald Brenan y su principio de idilio con España. Jesús Robles, su editor en Ocho y Medio, le había propuesto que hiciera un diario pero no escrito, grabado, lo que quedó registrado en unas cintas que, tras ser pulidas en el papel, dan testimonio fresco, desenfadado, muy libre de su forma de meterle comedia a la vida.
En Todo por un largo. Diario de Smoking room, una de las películas revelación del año pasado, Roger Gual, director y guionista de la obra junto a Julio Wallovits, abre el campo y el espacio y relata lo que es la aventura de conseguir hacer una película: rodarla y digerir su éxito. Cuatro años en total de trabajo, con trompicones, sonrisas, lágrimas y aprendizaje del arte y la vida en los que se mezclan sus entrevistas con actores, encuentros y desencuentros con productores que les dejan plantados, el rodaje con tres duros y el éxito final, con el colofón del Goya a la mejor película revelación. Se trata de un relato que da moral y sirve de revulsivo a quienes pasean sus ocurrencias por ahí sin respuestas concretas.
También hay espacio para las reflexiones sobre temas de actualidad, o eternos, como la crisis del cine español con un tomo, Once miradas sobre la crisis y el cine español, coordinado por Luis Alonso García, que reúne las tesis de once expertos reunidos por la Asociación Española de Historiadores de Cine para analizar el problema.
Las técnicas cinematográficas esenciales, como el montaje, también tienen su hueco en la colección. Es el caso de En el momento del parpadeo, de Walter Murch, un título que desgrana el porqué y el cómo de los cortes en el cine y en donde analiza de manera certera las últimas herramientas digitales.
Además hay rarezas y obras desempolvadas del baúl, como las que presenta el cineasta Mario Camus en el tomo Un fuego oculto. Son catorce relatos cortos que han permanecido veinte años escondidos en los cajones del director y guionista de Los santos inocentes (la novela de Miguel Delibes) y que ahora se recuperan como prueba de que a veces, también, los cineastas saben que una palabra vale más que mil imágenes.
Colección Fahrenheit 451. Varios autores. Ocho y Medio. Madrid, 2003. Entre 130 y 250 páginas. Entre 10 y 12,50 euros.
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