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Carod promete que un Gobierno catalán con ERC no discriminará a Barcelona

Enric Company

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"Queremos un Gobierno de Cataluña que no esté contra el Ayuntamiento de Barcelona, sea cual sea su color político", proclamó ayer Josep Lluís Carod, candidato de Esquerra Republicana (ERC) en las elecciones autonómicas del 16 de noviembre. El líder republicano acusó a los gobiernos de CiU de discriminar a la capital catalana en materias como los servicios para la tercera edad, la dotación de escuelas públicas y vivienda protegida, por ejemplo, y se comprometió a poner fin a esta situación si su partido forma parte del próximo Gobierno de la Generalitat.

Carod formuló este compromiso en la presentación de un programa de actuación para la ciudad de Barcelona, de la que dijo que ha sido víctima de una "estúpida batalla partidista" entre la Administración municipal, gobernada por la izquierda, y los sucesivos gobiernos de Jordi Pujol.

En la presentación de este programa, realizado en la delegación de la agencia Efe en Barcelona, Carod estuvo acompañado de Jordi Portabella, a quien calificó como máxima autoridad de su partido en el ámbito municipal, en su calidad de teniente de alcalde la capital de Cataluña.

En Barcelona, explicó Carod a título de ejemplo, hay tres plazas de centros de día para gente mayor por cada 1.000 habitantes, mientras que en el resto de Cataluña hay cinco por 1.000. En Barcelona, hay 2,7 plazas de residencia para mayores por 100 habitantes, por 3,8 por 100 en el resto de Cataluña. En Barcelona las plazas de escuela pública son menos del 50%, a diferencia del resto de Cataluña.

Una de las propuestas más destacadas fue la de reordenar la estructura administrativa del área metropolitana de Barcelona. Propuso para ello una mancomunidad de municipios metropolitanos que actuaría en ámbitos como el transporte, el medio ambiente y la política territorial.

Esta toma de posición supone una rectificación de ERC, que en 1987 votó a favor de la supresión de la Corporación Metropolitana de Barcelona y la creación del Consejo Comarcal del Barcelonès, del que ayer dijo que, vista su inutilidad, debería desaparecer.

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