Vergonzoso e indignante
Un miércoles más (y van tres que haya podido presenciar) la situación vergonzosa e indignante en una calle de Madrid: Concha Espina. Hora: en torno a las siete de la tarde. Situación, la siguiente:
Coches circulando en el entorno: paseo de la Habana, Padre Damián (cortada) la ya antes citada Concha Espina. Personas que salen de su trabajo en vehículo, andando, en transporte público (autobús .....)
Atasco considerable, no está lloviendo, no hay accidentes (gracias a Dios!) no obstante ¡increíble! Más de cincuenta policías municipales de a pie y en moto, gesticulando y haciendo sonar sus estruendosos silbatos, sus gestos prepotentes mandan frenar en seco aunque el semáforo esté en verde, al transeúnte que quiere cruzar se le impide plantándole una fila de vallas amarillas y, sin dejar de ser sorprendente esta situación, aparece a una velocidad excesiva por tratarse del casco urbano, como si se tratase de una autoridad gubernamental escoltado por motoristas a gran velocidad, un autobús azul con viajeros, tomando la curva en dirección contraria en la plaza dirección Padre Damián; serán ministros, militares de alto rango, la curia de obispos que viene de Roma, pues no!
Son jugadores de fútbol, pero no de cualquier equipo, pues en este caso no irían por dirección prohibida y a tanta velocidad. Son los del Real Madrid ¡Tanto despliegue para unos chicos que una hora más tarde van a salir dando patadas a un balón y provocando alaridos ensordecedores al público que les acompaña!
Ahora mi reflexión después de un hecho triste acaecido el pasado jueves día 16 de octubre en una avenida del Barrio del Pilar: una ambulancia que trasladaba con urgencia un enfermo en situación crítica, lógicamente manteniendo una velocidad máxima que se justificaba por sí misma - la vida de una persona seguramente estaba corriendo peligro- no recibe apoyo ni protección municipal alguna para abrir paso y desgraciadamente, se produce un accidente con un coche particular al que le fallaron los reflejos con toda seguridad y como resultado muerte instantánea del conductor de este vehículo. ¿Es que nadie tiene la culpa? Habría que pensar en ese despliegue innecesario de policía municipal ocupado únicamente en escoltar autobuses de futbolistas. ¿ No sería más útil y necesario el acompañamiento a cualquier traslado de una ambulancia urgente en la ciudad?
La persona que falleció, un amigo, tenía esposa y tres hijos de corta edad... Un saludo al Ayuntamiento de Madrid y a la Policía Municipal.
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