"Congelaré los impuestos por convicción"

"Orgullosa y satisfecha". Así define Esperanza Aguirre, de 51 años, presidenta electa de la Comunidad de Madrid, su estado de ánimo apenas 24 horas después de haberse alzado con la victoria en las elecciones autonómicas del pasado domingo. No oculta su satisfacción por ser la primera mujer a la que las urnas convierten en presidenta de una región. Considera que la participación del 64% del electorado en unos comicios, que sólo fueron autonómicos, fue muy elevada, "muy superior" al que ella esperaba. Pese al constipado que arrastra desde hace varios días, ayer tuvo una jornada ajetreada y de constantes llamadas y reuniones.

Pregunta. ¿Por qué se siente tan orgullosa de haber obtenido 57 de los 111 escaños que hay en la Asamblea de Madrid?

"El impuesto del 'céntimo sanitario' tampoco subirá, seguirá igual"

"Llegué a preocuparme al ver en el ordenador que el PSOE aparecía con mayoría absoluta"

Respuesta. Estoy satisfecha porque tenía sobre mis hombros una responsabilidad enorme, y hemos tenido unos magníficos resultados.

P. ¿Pero, a la vez, no tiene una sensación agridulce? ¿No tiene la impresión de ser como una especie de mal estudiante que ha tenido que superar la prueba en la segunda convocatoria?

R. No, en absoluto. Ya en mayo fuimos el partido más votado por los madrileños, aunque no lo suficiente para formar Gobierno. Esta convocatoria electoral vale lo mismo que la de mayo pasado. Recuerdo que la llamada a las urnas, como dicen los ingleses, es la solución democrática a los problemas de los Gobiernos. ¡Ah! Y recuerdo que ésta es la quinta victoria del PP en Madrid. Nosotros hemos subido dos puntos sobre los resultados del 25 de mayo y eso nos permite poder gobernar la Comunidad.

P. Una vez más, el recuento de votos durante la noche electoral fue extraño. ¿Usted sabe qué pasó para que el escrutinio arrojara durante un buen rato una rotunda victoria del PSOE y luego, de repente, usted subiera como la espuma?

R. Alberto Ruiz-Gallardón me ha dicho que siempre ha ocurrido eso en Madrid. No ahora, ni en mayo, sino siempre. No sé por qué razón entran siempre antes las mesas que le son favorables al PSOE. Gallardón me ha dicho que siempre entran antes las mesas que son menos favorables para el PP. Pero, insisto, yo no sé por qué. He quedado con Alberto para intentar encontrar una explicación a este hecho.

P. ¿Y usted cómo vivió esa media hora en que las pantallas del ordenador indicaban que Rafael Simancas y Fausto Fernández arrasaban?

R. Pues, la verdad, es que cuando miraba a la pantalla y veía que el PSOE aparecía con una mayoría absoluta, llegamos a preocuparnos.

P. El partido Nuevo Socialismo, dirigido por el tránsfuga Eduardo Tamayo, obtuvo 6.200 votos. ¿Este hecho le merece algún comentario?

R. Que si Tamayo hubiera obtenido suficientes votos, habría obtenido representación parlamentaria.

P. ¿Comprende que haya ciudadanos que han votado a Tamayo?

R. Insisto en que si Tamayo hubiera tenido votos suficientes, habría sacado representación y sería una opción socialdemócrata, en contraste con el ala más radical del partido socialista. A mí me parecen muy pocos votos los que ha conseguido este señor, teniendo en cuenta el índice de participación. Me parece claro que el electorado le ha rechazado.

P. En la campaña electoral abogó varias veces por lograr en el futuro un consenso con la oposición para determinadas cuestiones. Ahora que ya es presidenta electa, ¿cómo serán sus relaciones con la oposición formada por PSOE e IU?

R. Para mí, la oposición es una pieza fundamental y creo que vamos a poder trabajar juntos. Por mi parte, trabajaré para restaurar las relaciones que tiene que haber entre todos los grupos políticos.

P. Bueno, hablemos de cosas un poco más concretas. Por ejemplo, del céntimo sanitario, ese impuesto progresivo que su antecesor Ruiz-Gallardón cobra desde el 1 de agosto de 2002 por cada litro de combustible y que está destinado a pagar los gastos de sanidad. Este año, cada litro de gasolina y gasóleo está gravado ya con 1,7 céntimos y, según lo previsto por Gallardón, subirá a 2,4 céntimos de euro por litro en 2004. ¿Qué va a hacer usted?

R. Yo no voy a subirlo. Lo congelaré para mantenerlo como está hoy para que los ciudadanos no paguen más impuestos.

P. ¿Aumentará otros impuestos?

R. Ya dije en la campaña electoral que no iba a subir los impuestos. Y ahora lo reitero. No voy a subirlos por principio y por convicción.

P. Y no sólo eso, sino que incluso va a suprimir el impuesto de sucesiones. Esa supresión será universal o lo hará por tramos económicos o por otro tipo de conceptos?

R. Lo voy a suprimir con carácter universal. De momento suprimiré los impuestos de sucesiones para las herencias entre cónyuges, y de padres a hijos. Más adelante, lo haré ya de forma generalizada.

P. ¿Está pensando ya en elaborar los presupuestos de la Comunidad para el año próximo?

R. Todavía no lo tengo claro, pero lo más probable es que tengamos que prorrogar los que elaboró mi compañero Alberto Ruiz-Gallardón.

P. Por cierto, el presidente en funciones Gallardón alcanzó recientemente un "pacto verbal" con el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, para que la Comunidad sufrague el 35% del coste de la nueva estación de Cercanías de la plaza de Alonso Martínez, en Madrid. ¿Va a renegociar ese acuerdo de su antecesor con Cascos?

R. ¿Renegociar? Yo diría que voy a negociar con Cascos. Ya dije hace unos días que ese tipo de acuerdos no debía tomarlos un Gobierno en funciones, sino el que saliera elegido el 26-0. Que conste que estoy a favor de hacer esa estación en Alonso Martínez, pero me corresponde a mí negociar cómo se financia.

P. ¿Sabe ya qué personas formarán parte de su Gobierno?

R. No tengo nada decidido.