"Estoy más fuerte que todo el club"

Javier Clemente (Barakaldo,1950), está en el ojo del huracán. El Espanyol, el equipo al que dirige desde hace un año, ocupa la peor posición en las 69 ediciones de la Liga que ha disputado en Primera División. Tras ocho jornadas suma dos puntos y el domingo, ante el Celta, sumó su sexta derrota consecutiva. El presidente del club blanquiazul, Daniel Sánchez Llibre, se resiste a destituir al polémico entrenador vasco a pesar de todos los récords negativos, incluido el de haber encajado ya 20 goles.

Pregunta. ¿Sabe que su Espanyol es junto al Rayo Majadahonda el equipo más goleado del fútbol español?

Respuesta. El Rayo ese irá último, claro.

P. Sí, como el Espanyol.

R. Normal. Si te meten veinte goles en ocho jornadas, o tienes a Ronaldo o no has ganado un partido, es evidente. Ese es nuestro gran problema, que nos meten muchos goles. Y, para rematarlo, nos cuesta marcar, así que usted verá. Yo soy el primer sorprendido de que nos estén haciendo tantos goles, porque el equipo está pensado, precisamente, para ganar partidos en base a la solidez defensiva. La lesión de Soldevilla nos ha hecho demasiado daño. Además, nos han marcado cuatro de penalti, de los cinco que nos han pitado.

"La prensa me da con argumentos, sin mentiras, y es cómodo que no me pongan piedras"

"Estoy sorprendido, hice el equipo pensando en ganar partidos gracias a la solidez defensiva"

P. Suena a excusa pobre.

R. Sonará, pero es la pura realidad. ¿Cómo dice el refrán? ¿a perro flaco todo son pulgas, no?, pues eso. Si encima de lesionarse el capitán, el hombre fuerte atrás y en lo referente a liderar el grupo, te pitan como nos están pitando, te plantas dos veces y fallas las dos... Sonará a excusa, pero no lo es. Simplemente le estoy dando razones. Pero ya cambiará la situación.

P. ¿Se ve capaz de reconducir la situación?

R. Por supuesto. Este equipo es mejor de lo que parece. Anímicamente estoy mejor que el consejo, la plantilla y la afición juntos, soy mas fuerte que todos ellos a la vez. Y estoy tranquilo porque no tengo la menor duda de que nos vamos a salvar. ¡Pero si queda un mundo! Soy optimista al cien por cien. Y si me echan, pues bueno, me echarán.

P. ¿Le sorprende que el presidente del Espanyol no le haya destituido todavía?

R. Hubiera sido lo más fácil para él, no lo dudo. Pero no creo que sea la mejor solución y parece que él tampoco. Claro que si las cosas siguen así, algo tendrá que hacer y lo más normal será que me echen, aunque sólo sea para intentar que sirva de revulsivo al equipo. Hoy he hablado con los jugadores y se lo he dejado bien claro, les he pedido que estén tranquilos, que no anden tan tensos y preocupados porque así no se puede jugar a fútbol. Y se lo he dicho: 'Al final me echarán a mí, o sea que vosotros estar tranquilos'. Pero creo que Dani está siendo valiente y coherente, las dos cosas.

P. ¿Tiene esa coherencia de la que habla algo que ver con la decisión del consejo de apartar a Josep Lluís Marcó, director general del Espanyol, del área deportiva?

R. A estas alturas no tiene sentido hablar de áreas deportivas, porque cuando se tiene que fichar es en junio. Bueno, mejor en mayo. Ahora tenemos lo que tenemos y con eso hemos de salir adelante.

P. ¿Se reforzó mal el Espanyol?

R. El Espanyol fichó como pudo. Somo pobres, que le vamos a hacer y fichamos a lo pobre. Otros equipos se endeudan en diez mil millones y no pasa nada. El Espanyol no se gastó más porque no quiso estirar más el brazo que la manga. Tal vez pudo haber venido algún jugador que al final no vino, pero tenemos lo que tenemos y no me quejo. El problema es más lo que se fue que lo que ha venido. Lo que ha venido no es malo y hubiera parecido mejor de haber podido mantener el grupo del año pasado, pero volaron Roger, De la Peña y Milosevic, qué le vamos a hacer.

P. No se queja, pero ¿se arrepiente de haberse quedado en contra de lo que le aconsejaban sus amigos?

R. Mucha gente me dijo que estaba loco, que con lo que me estaban dando me iba a estrellar y que no siguiera. No les hice caso, claro.

P. Y la evidencia demuestra que está cada vez más cerca de irse a la cuneta y que sus amigos tenían razón.

R. Pues bueno, por el Espanyol, si me he de estrellar me estrello. Para mí no es un club cualquiera, ni Barcelona una ciudad más. ¿Sabe qué pasa?

P. No.

R. Que soy un romántico.

P. Vale, pero, ¿se arrepiente de estar comiéndose este marrón?

R. No me arrepiento de haberme quedado, sabía que íbamos a sufrir y estamos sufriendo. Otro, en mi lugar, estaría diciendo que no me han traído lo que pedí, que no se qué... monsergas. Estoy seguro de que ganando un partido nos vamos para arriba rápido.

P. Resulta curioso que tras perder por 4-0 en casa la afición no pidiera su cabeza. ¿A qué lo achaca?

R. A que la gente fue consciente de que con ese arbitraje y este equipo era difícil ganar. Si encima que vas justo te matan poco a poco como nos mataron ante el Celta, la afición no mira al banquillo.

P. Es fácil escudarse en los árbitros...

R. Lo que es fácil es pitar como nos están pitando a nosotros en Montjuïc, con el público tan lejos, y a un equipo pequeño como el nuestro. Eso sí que es fácil.

P. Tampoco hay en Barcelona un ambiente hostil hacia su trabajo.

R. Me siento cómodo. Creo que en general, la prensa está siendo justa conmigo en su crítica. No tengo queja porque como no dicen mentiras, trabajo cómodo. Si me dan es con argumentos, no con mentiras. La prensa de Barcelona no me pone piedras en el camino, ni a mí ni al club.

P. ¿Siente estar jugándose este año en el Espanyol gran parte de su prestigio?

R. No, después de tantos años mi prestigio está fuera de duda. Y entiendo, al hablar de prestigio, la manera de trabajar, la profesionalidad con la que me comprometo, la dedicación que pongo en mi trabajo. Eso no está en duda. Y, la verdad, gano más que pierdo.

P. Sus detractores dan por hecho que la fórmula de Clemente ya no funciona.

R. ¿La fórmula de Clemente? Eso es una chorrada. ¿Sabes cual es la fórmula de Clemente? Tratar de que sumando la calidad de los once que salen al campo, ganemos el partido. Y tratar de conseguir que los que salen al campo tengan claro cual es el camino más fácil para ganar. Y para ganar hay que meter un gol más que el rival. Y si metes el primero, busca el segundo, porque el rival no es tonto y quiere lo mismo que tú.

P. En el Bernabéu no todos entendieron que saliera al campo con esa idea...

R. Ya, querían que jugara abierto contra Zidane, Figo, Beckham, Ronaldo... Muy listos. Deben ser del Madrid, claro, y querían ver siete goles. ¿Sabe por qué nos salvamos el año pasado? Porque acabamos con 48 goles marcados y 54 en contra. Al Recre le metieron 61, al Alavés casi 70 y al Rayo más de 60. Y ninguno llegó a marcar cuarenta, si no me equivoco. Eso es el fútbol.