Maragall ofrece a la sociedad civil un talante de gobierno "muy liberal"

El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, animó ayer a la sociedad civil a implicarse a fondo en la nueva etapa de Cataluña que se inaugurará tras el 16 de noviembre y ofreció un talante de gobierno "muy liberal" si es elegido presidente. El líder del PSC, que juzgó "buenos" los resultados del PSOE en Madrid, considera que su proyecto está a punto porque ha superado "el desierto" de la oposición.

El Pasqual Maragall socialista a fuer de liberal, continuador de la tradición de Julián Besteiro, reapareció ayer con fuerza en un acto en la Llotja de Mar con representantes de la Cámara de Comercio, la patronal Pimec-Sefes y el Colegio de Economistas. El candidato del PSC les emplazó a participar a fondo de la nueva etapa en Cataluña que él espera encabezar desde la presidencia de la Generalitat y se mostró convencido de que su talante "muy liberal" les ofrecerá las mejores condiciones de participación.

Este estilo "muy liberal", que Maragall inscribió en la tradición del liberalismo progresista europeo, nada tiene que ver con el neoliberalismo económico que propugna la derecha. Más bien es una derivada de su apuesta federal basada en la "subsidiariedad" y la "proximidad".

"La sociedad es primero y el Estado [la Administración] va después", insistió el dirigente socialista, quien reiteró su propuesta: lo que pueda hacer la sociedad no debe hacerlo la Administración, y ésta debe abordar los problemas también siguiendo el mismo esquema de proximidad: todo lo que pueda hacer el Ayuntamiento no debe hacerlo el Gobierno autonónomo y el mismo criterio vale para el Gobierno central y Europa.

El candidato socialista, que se mostró partidario de mantener un impuesto para las grandes superficies comerciales, dijo que la participación activa de la sociedad civil contribuirá a que Cataluña alcance una fase de "excelencia". Según el símbolo que utilizó, hasta ahora Cataluña "ha hecho los deberes" en la construcción de la autonomía, pero ahora es el momento de llegar a la Universidad.

Alivio

Maragall se mostró relajado y visiblemente aliviado por los resultados del PSOE en la Comunidad de Madrid, a pesar de que el Partido Popular (PP) logró el domingo la mayoría absoluta que los electores le habían negado en mayo. El PSC vivió deliberadamente la campaña madrileña desde la distancia -para evitar al máximo la contaminación ante un previsible mal resultado de los socialistas- y ayer sus dirigentes consideraron que la campaña de Maragall había quedado definitivamente a salvo.

Éste incluso se permitió juzgar como "buenos" los resultados y consideró que vuelven a dejar abiertos los comicios generales previstos para marzo de 2004. Lo dijo por la noche en la presentación del libro El canvi que Catalunya necessita (Edicions 62), que recoge algunos de sus discursos. "Las elecciones de Madrid nos han dicho que las cosas están justitas y que las catalanas serán decisivas" para toda España. Maragall estuvo acompañado por cuatro "amigos" que le mostraron su apoyo: el notario Juan José López Burniol -que cierra la candidatura socialista por Barcelona-, el filósofo Xavier Rubert de Ventós, el arquitecto Oriol Bohigas y la escritora Pilar Rahola, quien afirmó que Maragall le "entusiasma".

Algunos de estos "amigos" -especialmente Rubert de Ventós y Bohigas- se mostraron muy escépticos ante la posibilidad de que el federalismo de Maragall llegue a buen puerto, pero éste insistió en que los resultados de Madrid dejan la puerta abierta a un eventual triunfo del PSOE. En este escenario, reiteró que el Congreso aprobaría la reforma del Estatut, lo que a su juicio daría "tranquilidad" para abordar el problema vasco.

Maragall también opinó ayer que Jordi Pujol "probablemente" se equivocó al nombrar delfín a Artur Mas en un proceso "muy complicado": "Los padres querrían decir 'éste es mi hijo, mi heredero', aunque el pueblo es quien manda, y no ellos", afirmó en el programa La Columna, de TV-3.