La herencia de un erudito

Almería cuenta, merced a una colección privada emprendida por el desaparecido Antonio Moreno Martín, con una biblioteca insólita que guarda datos aún por estudiar y la historia misma del libro y la impresión. Más de 100.000 volúmenes agrupan hasta 600 títulos de publicaciones periódicas españolas; 17 incunables, incluido uno musical de 1493 y partituras originales de Albéniz; un fondo impreso a partir del año 1500; y colecciones completas de Cánovas del Castillo o del marqués de Toca, entre otras miles de publicaciones. 13 años después de la desaparición del promotor de la biblioteca, la ciudad no ha abordado todavía la gestión del legado.

A pesar de los miles de ejemplares acumulados, Antonio Moreno Martín, granadino de nacimiento y almeriense de adopción, conocía perfectamente el lugar exacto de cada uno de sus libros. Contó con formación militar y estudió Magisterio, Derecho y Filosofía y Letras. Alternaba su docencia en la Universidad de Valladolid como profesor de Derecho Penal con su pasión por los libros antiguos.

Su biblioteca contiene documentos sobre América y de las chancillerías Real Española y Vaticana. Sólo en periódicos o revistas, la colección dispone de 45 volúmenes diferentes que incluyen, entre otras, Ibérica de Tortosa y la Gaceta de Cataluña.

La ingente cantidad de documentos medievales existentes fue uno de los motivos por los que María Dolores Segura, doctora en Historia Medieval, quedó al frente como técnico de esta biblioteca privada. "La biblioteca Moreno ha estado siempre considerada como la biblioteca privada más grande de España. Tras la muerte del fundador, la familia no se ha acercado a ningún político para pedir compromisos de ningún tipo, ya que se necesita un esfuerzo general porque el interés es general", explica la historiadora.

A la colección de dibujos y grabados que Moreno consiguió conformar, se suma otra de atlas, mapas y planos y un importante fondo de música, tanto impreso como manuscrito. "La biblioteca cuenta con un incunable musical de 1493 y con partituras originales de Albéniz, por ejemplo. Las materias que toca son múltiples y es un fondo ideal para contar con un centro de investigación", apunta Segura.

La historiadora ha comprobado, en numerosas ocasiones, que muchos de los ejemplares existentes en la casa de los Moreno son documentos únicos en España. Éste es el caso de un Tratado de la peste (1500), de Marsilio Ficino, considerado como documento a caballo entre el incunable y el libro arcaico. "Consulté en la Biblioteca Nacional y no está registrado en España. También hay relaciones de noticias, de bodas reales y de sucesos meteorológicos", explica.

Entre los libros antiguos destaca un interesante repertorio de incunables, 17 en total, salidos de las primeras imprentas xilográficas de España, Italia y Alemania, resaltados en todos los manuales bibliográficos por su rareza y perfección tipográfica. La obra de Hartmann Schedel Liber chronicarum o el denominado Libro arcaico, son sólo dos ejemplos.

El fondo impreso, a partir de 1500, cuenta con obras magníficas como la Crónica de Juan II. De los siglos XVII, XVIII resaltan colecciones de la imprenta de Didot de los libros de viajes con láminas; del XIX, las primeras ediciones de la literatura.