El Deseo produce un documental protagonizado por pigmeos

En el corazón de la selva ecuatorial africana, un grupo de pigmeos baká se enfrenta a la destrucción de su mundo. Anclados en el neolítico, nunca han salido de la espesura. Sólo conocen la selva, a la que llaman eyengui, palabra que para ellos significa dios. Esta etnia es la protagonista de la película documental Eyengui. El dios del sueño, una producción de Transglobe y El Deseo, la compañía de Pedro Almodóvar, en colaboración con TVE y France 5.

La tala indiscriminada de árboles por parte de las madereras está acabando con el hábitat de los baká, una de las etnias más primitivas. Ha desaparecido la caza, surgen enfermedades y los jefes y los ancianos han dejado de soñar. Ahora no tienen comunicación con eyengui, con su dios, con la selva. Asediados por los comehombres, unos brujos que practican el canibalismo, contratados por los madereros, los baká se defienden de la codicia del hombre blanco. Su meta será recuperar a su dios.

Esta historia se narra en Eyengui. El dios del

sueño, "la primera película protagonizada por pigmeos", explica su director, José Manuel Novoa, responsable de series documentales como Mundos perdidos, Los últimos nómadas o Los guardianes del planeta, emitidas por TVE y Canal +. La cadena pública ofrecerá este singular documento de 90 minutos -que se estrenará el 7 de noviembre en los cines Verdi de Madrid y Barcelona- a partir del año 2004. Para esta aventura, Transglobe ha contado con la colaboración de El Deseo, la compañía de Pedro Almodóvar, que produce las películas del manchego y de otros realizadores como Isabel Coixet (Mi vida sin mí) o Guillermo del Toro (El espinazo del diablo).

A Novoa, la idea de trabajar con los baká le empezó a rondar hace dos años cuando rodaba un capítulo de Los últimos nómadas. "En un campamento de cazadores a 40 kilómetros de la República Centroafricana y 60 del Congo, el jefe me relató que habían tenido que abandonar una región de la selva por la llegada de una maderera", dice. "Inmediatamente pensé en dirigir un largometraje interpretado por ellos mismos".

Los baká son nómadas. Viven de la recolección y de la caza y habitan en lo que actualmente es la República Centroafricana, inmersa en un conflicto bélico que dura ya casi dos décadas. Por eso, Novoa, acompañado de un equipo de 12 personas, trasladó a los artistas hasta Camerún después de organizar el primer casting de pigmeos de la historia. "Era indispensable saber quiénes serían capaces de interpretar el guión", explica. Lo primero que tenían que hacer era decir su nombre y explicar por qué estaban allí, prueba donde quedó eliminado el 80%. De los tres que llegaron a la final salió Anguendé, el actor principal de Eyengui. "Nunca había visto una foto, como sus compañeros, pero era un actor nato", subraya el director.

El rodaje, de un mes, estuvo repleto de percances. "Humedad, calor, lluvias torrenciales, retraso del equipaje, sobornos...", enumera. Alguien incluso acusó a Novoa de querer rodar una película pornográfica. "Artimañas para sacar dinero", añade. Por último recuerda cómo el rodaje se suspendió durante varios días por una bronquitis que aquejó a Anguendé, "nuestro Robert de Niro baká", bromea.