Responder sin decir 'plan'

Jueves, diez de la noche. La programación está copada por dos cracks como Cuéntame cómo pasó (TVE-1) y Gran Hermano (Tele 5), que obtienen entre ambos hasta el 70% de la cuota de pantalla. A esa hora, el canal en castellano de Euskal Telebista (ETB-2) introdujo en su parrilla de otoño Vaya semanita, un espacio de humor sobre la actualidad que, poco a poco, gana adeptos con la técnica del boca a boca. Más de 100.000 personas ven en Euskadi este programa y la cifra sigue subiendo. ¿Qué tiene esta fórmula para atrapar a la audiencia? Su estructura es clásica: sketches, mezcla de imágenes de informativos y redoblaje de películas. Óscar Terol, humorista muy conocido en la comunidad autónoma, está al frente del programa, que nació como un informativo semanal irreverente y satírico.

Una escena del filme Los diez mandamientos. Aparece Moisés portando las tablas de la ley. El actor que luce la barba blanca es Charlton Heston, pero cuando habla... Dice Arzalluz: "¿No queríais plan? Pues aquí tenéis el plan Ibarretxe", mostrando las tablas. Al fondo, sus seguidores se han desmadrado. Moisés-Arzalluz se enfada: "Urkullu [Íñigo, presidente del máximo órgano vizcaíno del PNV], ¿qué haces con Rosa Díez [eurodiputada socialista]?". Nadie se libra, aunque el plan Ibarretxe ha dado mucho juego. Incluso se parodiaba un concurso en el que los participantes debían contestar sin decir "plan". Un imposible.

Aunque en televisiones de ámbito nacional, como Canal + con sus guiñoles, no se hayan puesto límites a la hora de parodiar la vida política, en el País Vasco el ámbito nacionalista no es frecuentemente caricaturizado. "Lo del humor político ha sido una sorpresa. El programa estaba pensado para parodiar la actualidad, y la política era un ingrediente más. Pero en este país hay este morbillo por el humor político, porque no se hace", reconoce Óscar Terol. También sabe que el reto era complicado porque "en Euskadi prima la tensión y la polémica" en toda la sociedad. ¿Los políticos se han sentido ofendidos? "Nadie nos ha dicho nada. Yo espero que ellos lo vean como una caricatura amable. ETB tampoco nos ha puesto ninguna pega", asegura Terol.

En la última semana les ha seguido dando juego el plan, pero también el Estatuto (como un libro prohibido que el hijo lee a escondidas de la madre), unas ficticias elecciones en 2005 por la independencia vasca (con decenas de papeletas de "Sí, pero no"; "No, pero casi"; "Hoy no, pero más adelante sí")... Terol cree que es posible hacer humor con casi todo: "Es una liberación. Todo puede abordarse con la distancia física, emocional y temporal".

No todo es política. Vaya semanita aborda la falta de actividad sexual de los vascos, que en Euskadi no hay quien ligue, la importancia de la comida, los chiquiteros o San Mamés.