"Nuestras ventas en España crecen el doble que en el resto del mundo"
La Fnac inauguró recientemente su novena tienda en España, un espacio de 2.000 metros cuadrados en la ciudad de Marbella. Creada inicialmente como una cooperativa en 1954, la Fédération National des Achats pour les Cadres (Fnac) forma parte en la actualidad de un grupo integrado por las multinacionales Printemps, Conforama, Redcats, CFAO y Gucci. La Fnac emplea a 17.000 trabajadores, en un centenar de tiendas en todo el mundo y factura 3.540 millones de euros al año. Su presidente, Denis Olivennes, de 43 años, pasó recientemente por Málaga para inaugurar su nuevo establecimiento en un país que ya supone el 7% de la cifra de negocio de este gigante francés de la distribución de bienes culturales y de ocio. Olivennes anuncia que el año de su cincuenta aniversario (2004), la Fnac abrirá dos nuevas tiendas en Madrid.
La copia ilegal de discos es un fenómeno muy concreto del mercado español
Pregunta. ¿Por qué Marbella?
Respuesta. Porque el tipo de población y sus necesidades de compra se ajustaba al estilo de tienda que tenemos.
P. ¿Hasta París llegaron este verano los ecos de los escándalos políticos y urbanísticos de Marbella?
R. Afortunadamente todo eso no tiene incidencia sobre el consumo. La gente tiene ganas de leer, escuchar música o comprar aparatos técnicos. La vitalidad económica y turística de Marbella está intacta.
P. ¿Qué va a suponer la potencia creciente de Internet para la venta de libros y discos?
R. El 40% de nuestra cifra de negocio son productos editoriales, libros, discos, vídeos y DVD, y el 60% los instrumentos técnicos que permiten acceder a la cultura y a la comunicación. La revolución tecnológica tiene un aspecto positivo: que no importa quién o dónde, puede tener acceso a la discoteca o a la cinemateca mundial. El aspecto negativo es que una parte de este acceso se hace gratuitamente. Esto supone a largo plazo el final de la creación. Hay que buscar maneras de impedir esta acción pirata.
P. ¿Tienen también en Francia el mismo problema que en España, con la copia ilegal de discos?
R. La copia ilegal de discos es un fenómeno concreto de España. Es un comportamiento ilegal y que es extremadamente perjudicial para los autores musicales.
P. Las pequeñas tiendas de música y librerías se quejan permanentemente de la competencia de las grandes superficies...
R. No somos exactamente una gran superficie. Creemos que tenemos lo mejor de los dos mundos. La capacidad industrial de un gran distribuidor y la amplitud de oferta de una gran librería, tienda de discos o especialista en productos técnicos. Nuestros vendedores no reciben remuneraciones individuales en función de sus ventas, lo que es rarísimo en la gran distribución. Así que el consejo que damos es independiente, no está comprado por el proveedor.
P. ¿Cuál es el futuro del libro como soporte de papel?
R. Infinito. Ha resistido a la invención de la radio, del cine, de la televisión y de Internet. Hay algo particular de placer en el encuentro con el libro que no pasará jamás. En Francia y en España, en nuestras tiendas, la tasa de crecimiento de venta de libros es regular, cada año aumenta un 3%.
P. Los puntos de venta masiva, ¿no perjudican los intereses de los grupos minoritarios o escritores noveles?
R. Nuestra oferta permite defender las pequeñas editoriales y nuevos talentos. Una tienda de Fnac tiene entre 50.000 y 100.000 referencias en libros, mientras una gran superficie sólo entre 5.000 y 10.000. También tenemos actividades culturales paralelas.
P. ¿Encuentra diferencias entre los aficionados a la literatura españoles y franceses?
R. Lo que sé es que se leen menos libros en Francia que en Dinamarca y menos en España que en Francia. De norte a sur el nivel de lectura desciende. La literatura no es algo molesto o aburrido, tenemos que buscar la manera de divulgar los libros y los escritores.
P. En la televisión pública española no tenemos un Bernard Pivot, con Apostrophe o Bouillon de Culture...
R. En Francia ya tampoco... El éxito de Harry Potter ha traspasado las fronteras de lectura habitual y animado a la lectura a jóvenes que no habían leído nunca. Lo mismo ha pasado con El Señor de los Anillos. Éste es un buen camino.
P. ¿Están satisfechos de sus inversiones en España?
R. Los resultados de la Fnac en España han sido formidables, representan un 30% de nuestra cifra de negocio internacional. Es nuestro mayor éxito fuera de Francia. Empezamos hace 10 años aquí y acabamos de inaugurar la novena tienda. En 2002 nuestro volumen de negocio creció un 6% en todo el mundo, mientras en España fue el doble, con un 11%. Vamos a abrir dos tiendas suplementarias en Madrid en 2004. Ahora tenemos tres en Barcelona, y una en Madrid, Valencia, Alicante, Zaragoza y Asturias.
P. ¿Cómo ve el papel de Europa en la promoción de la cultura? ¿Qué medidas económicas echa de menos?
R. La construcción europea se hace al revés. Se hace técnicamente, en el campo del comercio, pero no en el de la cultura. La UE debe reducir el IVA de los discos al nivel de los libros. Se puede comprar cualquier imbecilidad en libro, tasado a un IVA reducido porque es considerado un producto cultural; pero un disco de Beethoven, no. Es un detalle, pero muestra hasta qué punto Europa no ha tomado conciencia de la importancia de este campo. Decían que Jean Monet comentó que si volviera a empezar, comenzaría por la cultura.
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