La cotizada 'Teleco' entra en crisis

La crisis del sector de las TIC (Tecnología de Información y Comunicaciones) aterriza en la universidad. Basta con mirar la nota de corte de la Ingeniería de Telecomunicación, una de las carreras más cotizadas hasta hace nada, junto con Medicina y Periodismo. En la Universidad Politécnica de Valencia la nota ha caído este año al 5,8, cuando la mínima del último quinquenio quedó en 7,34, alcanzando su punto álgido en un 7,72. La situación se repite en otras universidades como la de Zaragoza, donde la nota ha pasado del 8,22 al 5 en el último lustro, y en la Politécnica de Barcelona, de 7,28 a 5,65, en el mismo periodo. La única que aguanta el tipo, con un 7,26, es la Politécnica de Madrid, una circunstancia que algunos expertos atribuyen a la reducción de plazas. La nota de corte, calculada en función de la demanda y el número de plazas, puede tomarse como indicativo. Pero hay más. En 2001, 442 alumnos eligieron Telecomunicación en la Politécnica de Valencia en primera opción, frente a los 220 de junio de este año, que ni siquiera cubrieron las 240 plazas ofertadas.

Es la primera vez en dieciséis años que la Politécnica tiene plazas para septiembre

El jefe de estudios de la ETS de Ingenieros de Telecomunicación de esta universidad valenciana, Juan Vicente Balbastre, reconoce que es la primera vez, desde que se creara la Escuela en 1987, que quedan plazas en septiembre. "Hace dos o tres años había gente que sin acabar el proyecto final de carrera y con dos años de experiencia podía ganar en Madrid cinco millones de las antiguas pesetas", dice de un mercado laboral entonces "exuberante", que se deshinchó por la crisis de las operadoras de telecomunicaciones. Ante tal situación, Balbastre aconseja a los estudiantes que se hagan cada vez más generalistas y conozcan a la perfección el entorno empresarial: "El alumno debe diversificar la búsqueda a empresas de servicios y aprender a trabajar por cuenta propia". Dentro de este nuevo perfil recuerda el caso de un colega que se incorporó a una importante cadena alimenticia administrando las cajas que, en definitiva, son una red de telecomunicaciones. Las compañías y la Administración también deberían "cambiar su cultura" para impulsar la contratación de estos ingenieros. "El de las telecomunicaciones es un sector muy sometido a altibajos, pero si el profesional reorienta su salida laboral, ni sobran titulados, ni escuelas", sostiene para salvar una situación que tilda de coyuntural. "Además, dentro de dos años puede repetirse la situación de que las operadoras de telecomunicaciones empiecen a pedir titulados y no tengamos suficientes, como ya nos ha pasado". La Politécnica de Valencia ha formado a 11 promociones de ingenieros de Telecomunicación. Anualmente se gradúan en torno a 200. La mitad de los titulados suele hacer algún intercambio, y un 75% se queda trabajando en el exterior, según los datos de la oficina de Relaciones Internacionales de la universidad. Esta institución académica oferta cuatro especialidades técnicas más: Sistemas de Telecomunicación, Sistemas Electrónicos y Sonido e Imagen, en Gandia; y Telemática, en el campus de Alcoi. La que mejor soporta la bajada de estudiantes es la especialidad de Imagen y Sonido, con 72 solicitudes en primera preferencia. El resto no supera las 35 peticiones, siendo Alcoi la más deficitaria con 22 solicitudes en primera preferencia.

La otra universidad valenciana con el título superior de Ingeniero de Telecomunicación es la Miguel Hernández de Elche, que implantó sus estudios hace cinco años. Las técnicas de Sistemas de Telecomunicaciones y Sistemas Electrónicos se crearon un año antes. El coordinador de estas ingenierías, Joaquín Sánchez suscribe la tesis del declive generalizado de alumnos en toda España. "El anuncio de Telefónica de despedir a 15.000 trabajadores en plena selectividad no fue precisamente demasiado favorable", añade. La que atraviesa mayores dificultades en esta universidad es Sistemas Electrónicos. No obstante, en todas quedan plazas este curso.

El descenso se empezó a notar el curso pasado, aunque en un primer momento no se percibió por el gran número de peticiones formalizadas como consecuencia de la apertura del distrito abierto. Otras dos tendencias que se avecinan son el incremento de matrículas en segundo ciclo, que Sánchez atribuye a la amenaza de las ingenierías técnicas a no poder convalidarse por el título de Grado exigido en la Declaración de Bolonia, y el incremento de alumnos universitarios procedentes de módulos de Formación Profesional.

La percepción sobre la inestabilidad del sector es la misma para los responsables de la Universitat de València donde se imparten la Ingeniería Técnica de Telecomunicación (Telemática y Sistemas Electrónicos), aunque están animados con la respuesta del alumnado: "La demanda y la nota de corte de Telemática, una carrera que implantó el año pasado ha subido con la doble titulación en Informática para los alumnos que cursen dos cursos más", explica el decano de la facultad de Física, Joan Pelechano que esta semana será nombrado director de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías, del campus de Burjassot. Los estudios de ambas ingenierías salen, por tanto, de la Facultad de Física donde se impartían y están a la espera de ubicarse en un edificio exclusivo cuya construcción depende de que la consejería apruebe el tercer Plan Plurianual de Financiación universitaria. La otra razón para entender las notas de corte definitivas de Telemática y Sistemas Electrónicos fijadas en 6,38 y 5,46, respectivamente (la oficial es más elevada) obedece al número de plazas que asciende a 70 en la primera, y a 110 en la segunda, mucho menor que en otras universidades valencianas.

En Alicante se imparte desde el curso 1999-2000 la Ingeniería Técnica de Telecomunicación, especialidad Sonido e Imagen. El límite de admisión en el primer año fue de 100 plazas con una nota de corte de 5,29 para los alumnos de selectividad. Ante la ingente demanda de la titulación, al curso siguiente, según recuerda el coordinador de la titulación, Juan José Galiana, se amplió el número de plazas a 125, cifra que se mantiene hasta el curso actual. Respecto a la matrícula, este año se han cubierto las 125 plazas ofertadas, con una nota de corte de 5,00, inferior al de 5,53 del curso pasado.