La primera Mostra de Escrivá cierra sus puertas con una pobre gala, lejos del 'glamour' habitual

Por tercera vez en las últimas seis ediciones, el cine israelí encontró su reconocimiento en la Mostra de València con James Journey to Jerusalem, la opera prima de Ra'anan Alexandrowicz. Pero, en esta ocasión, lo hizo tras una decisión "muy controvertida", según la calificó de manera sorprendente la portavoz del jurado, la actriz valenciana Magüi Mira. Los seis profesionales que debían otorgar el premio a la mejor película del festival debatieron conceder el galardón a la italiana Capo Nord o la española Desnudos, desnudos, hasta que se decantaron por una tercera.

Con semblante serio, Mira puntualizó, antes de leer el veredicto del jurado internacional de la Mostra, que no había habido unanimidad entre sus miembros en el palmarés de un festival que no pasará precisamente a la historia por su brillantez. Entre otras cosas porque James's Journey to Jerusalem, sin ser una película insufrible, como muchas de las que se han exhibido en la sección oficial, no pasa de ser un discreto intento de crítica social y que, como explicó Mira para sorpresa de la prensa congregada a la espera del veredicto, "tiene una hora de metraje excelente". El único problema es que la cinta israelí dura media hora más.

El premio a la película de Alexandrowicz fue la sorpresa más sonada de un palmarés final que relegó al honorífico galardón de mejor dirección a Chumilla Carbajosa por Desnudos, desnudos. La arriesgada propuesta del director murciano se topó con la fuerte oposición de algún miembro del jurado, que llegó a considerarla como "pornográfica", y con los reparos de otros que "no veían clara la existencia de un guión, ya que los diálogos parecen fruto de la improvisación", según dijo Mira. Dos peregrinas razones que la descabalgaron del imaginario podio de la Mostra. También se quedó sin la Palmera de Oro la italiana Capo Nord, la otra gran favorita de la crítica y el público. Sin embargo, su director, Carlo Luglio, que asistió a la lectura del fallo, consideró que la Palmera de Plata, con la que finalmente fue distinguido su filme, puede ser "una buena ayuda para que la película se distribuya en España".

La Palmera de Bronce fue a parar a la franco-argelina Chouchou, que acabó por convertirse en la cinta más galardonada de esta edición al conseguir también los premios al mejor actor (Gad Elmaleh) y mejor guión (el propio Elmaleh y el director del filme, Merzak Allouache). Pero la loca comedia que mezcla los mundos de la inmigración y la homosexualidad tampoco se libró de la polémica, ya que algún miembro del jurado consideró que "el tema que aborda debía ser tratado de manera más seria", tal y como reveló Magüi Mira. Por su parte, Les yeux secs ganó el premio a la mejor actriz, en la persona de la bellísima actriz marroquí Siham Assif, y el de mejor fotografía, obra de Denis Gravouil, y la serbia Zone vio distinguida su banda sonora, compuesta por Nenad Milosavgjevic.

La portavoz del jurado internacional calificó como "muy irregular" la selección de películas de la sección oficial, aunque no quiso tildarlas de "baja calidad". Mira confesó que el criterio del jurado para conceder sus premios fue "valorar, más que juzgar, de dónde procede cada película y darse cuenta de que son producciones pobres pero con una gran necesidad de comunicar algo". De hecho, la actriz valenciana afirmó que "la distinta procedencia de estas películas impide juzgar su calidad", algo que, de aplicarse en otros festivales, impediría competir en igualdad de condiciones a un filme iraní en un certamen internacional.

Con muchas menos justificaciones, el público votó a Planta cuarta, de Antonio Mercero como su película favorita de la sección informativa, pese a que la parrilla del festival la incluía en el apartado de Estrenos Mostra. El filme de Mercero, contestado por la crítica pero aclamado por los espectadores, tocó la fibra sensible del público que acogió su proyección en el festival con una atronadora y larga salva de aplausos.

La Mostra de València se clausuró anoche con una gala tan discreta y austera como la que sirvió para abrir el certamen. Conducida por el presentador José Ángel Ponsoda y la actriz María Jurado, la ceremonia de entrega de galardones desveló las carencias de esta edición al tener que recurrir a personas lejanamente relacionadas con los premiados, como la periodista Rosa María Calaf o el director del Instituto Francés de Valencia, Claude Montet, para recoger algunos de los galardones de la sección oficial. Sólo las estatuillas que premiaron las producciones valencianas de Mostra Cinema fueron a parar a sus verdaderos destinatarios.