Voto progresista
El próximo domingo tenemos que volver a votar en unas elecciones autonómicas, y quiero hacer una llamamiento para pedir el voto para las opciones progresistas, y lo hago por razones históricas, de historia reciente.
Primera: Los votantes madrileños ya elegimos hace unos meses un gobierno progresista, pero la traición de dos corruptos, Tamayo y Sáez, ha destrozado la voluntad popular. Me da igual si se han corrompido por dinero, por rencor o por cualquier otra razón. Se han corrompido porque han traicionado la voluntad de las gentes, ya que nadie votó a estos personajes, sino al partido por el que se presentaban, y aunque la ley diga que los "dueños" de los escaños son los diputados, el sentido común de la gente dice otra cosa.
Segunda: La investigación en la Comunidad de Madrid ha cubierto de serias dudas la actuación del PP y lo aleja mucho de lo que debe ser un partido europeo de derechas. Romero de Tejada, secretario general del PP de Madrid, metido en mil asuntos turbios, entre los que su contrato en una empresa de fotocopias de unos constructores no es el más llamativo. Verdes y su mujer, Paloma, cuya noche de bodas en hotel de lujo fue pagada por los constructores Bravo y Vázquez, protagonistas de montones de historias de recalificaciones, ladrillos y pelotazos. Y más y más gentes relacionadas con la especulación y los grandes negocios, sin que el partido haya hecho una limpieza y se haya desprendido de personajes y personajillos que, como mínimo hacen difícil votarlo. Y no nos olvidemos de su candidata, Esperanza Aguirre, que huye del debate como gato escaldado del agua caliente, persona situada muy a la derecha en su partido, noble de cuna y con tanto dinero que no se atreve a decir cuánto es.
Pero la historia, historia es. Es cosa pasada, aunque no podamos olvidarla para saber con quién nos jugamos los cuartos. El futuro es ahora lo importante y yo pido el voto progresista por razones de futuro.
Pido el voto progresista porque tengo una hija de 10 años que estudia en un colegio público. Varias de sus amigas se han ido este año a un colegio privado concertado porque tiene piscina cubierta, porque es bilingüe y porque no hay inmigrantes, y yo quiero piscina cubierta y educación bilingüe en el colegio público de mi hija, y creo que los hijos de los inmigrantes tienen el mismo derecho a una educación de calidad que mi hija.
Pido el voto progresista porque tengo una hija de 20 años que intenta salir adelante trabajando, y en sólo cuatro meses tuvo que firmar más de 20 contratos diferentes para poder trabajar días sueltos y ganar una miseria, y yo quiero para mi hija un trabajo digno y estable.
Pido el voto progresista porque tengo un hijo de 24 años que acaba de finalizar su carrera universitaria y quiere independizarse y vivir por su cuenta, pero no encuentra un piso de alquiler que pueda pagar con sus ingresos, ni tiene los cincuenta o sesenta millones de pesetas que le piden para comprar uno, y yo quiero que se construyan viviendas sociales, viviendas para jóvenes, viviendas protegidas y que se acabe la brutal subida de precios de estos últimos años.
Pido el voto progresista porque vivo en la sierra de Madrid, donde la especulación ha campado por sus respetos y ha destrozado lugares antes maravillosos.
