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Signos

La fascinación de Madame Bovary

Luis del Val evoca al personaje de Flaubert al recibir el Premio de Novela Ateneo de Sevilla

El periodista y escritor Luis del Val evocó ayer a Madame Bovary, el personaje que inmortalizó Gustave Flaubert, en el acto de presentación y entrega de los Premios de Novela Ateneo de Sevilla. Muy conocido por su labor de comentarista de la Cadena SER y autor de novelas como Los ejecutivos también sueñan (1986) y Los juguetes perdidos (1996), el zaragozano Luis del Val obtuvo el XXXV Premio de Novela Ateneo de Sevilla por Las amigas imperfectas, que ha publicado Algaida. El acto, que se celebró en la institución sevillana, incluyó asimismo la entrega y presentación de la novela galardonada con el VIII Premio de Novela Ateneo Joven, obtenido por la bilbaína Marta Santos con El crimen del esclavo (Algaida).

Las amigas imperfectas narra la historia de la relación entre dos mujeres. Julia es una niña que llega a una población española del Mediterráneo a mediados de los años sesenta. Procedente de la ciudad argelina de Orán, Julia está envuelta por un exotismo que seduce a Clara, que se convertirá en su mejor amiga. La amistad se trenzará a partir de entonces de complicidades, vaivenes y desencuentros a lo largo de los años.

Del Val se fijó en una ocasión en una cena en la que participaban siete muchachas. La pregunta surgió inevitable. ¿Qué sería de ellas cuando pasaran los años? El éxito o el fracaso, la riqueza o la pobreza, el equilibrio familiar o la inestabilidad emocional trenzarían sus leyes en las biografías de las siete muchachas, se respondió. Y la novela surgió de ahí. "Preferí ahondar en dos personas, en la historia de Clara y de Julia. Una quizás quiere más que la otra; una es más dominante, pero quizás no", razonó el escritor aragonés. Porque a veces los roles de dominador y dominado se intercambian de una forma sutil. En ocasiones, la fuerza del árbol más robusto es menor que la de un frágil junco que se inclina ante el viento y perdura.

"Es la historia de una amistad. Me gustaría que Clara y Julia fueran compañeras en ese enriquecimiento del mundo real", agregó el escritor. Del Val hizo votos por que los personajes que ha creado cobren realidad en el ánimo del lector y que éste acabe pensando que existieron. Una cosa semejante le ocurrió cuando llegó a Londres por primera vez. Tenía sólo 19 años y una curiosidad enorme por conocer aquella ciudad mágica. Cogió un autobús en Oxford Street, y al pasar por delante de un hotel, la guía les explicó a él y a sus acompañantes que allí se habían aposentado Sherlock Holmes y el doctor Watson. Los personajes ya formaban parte de la realidad y daban cuerpo, así, al sueño de todo escritor.

Esta aspiración volvió a revolotear cuando un periodista le preguntó a Luis del Val "cuál era el personaje" que más le "había fascinado". "Le dije que una chica francesa, educada con las monjas, que se casó con un médico y se fue a provincias", relató el autor zaragozano. Luego, la realidad con la que se topó esta muchacha no se acomodó a sus sueños. La vida de provincias era mediocre y aburrida, su marido no era el médico mundano y triunfador con que ella soñaba, "tuvo gastos excesivos, se metió en deudas y, al final, se envenenó con arsénico", contó Del Val. Aquella mujer era Madame Bovary. "La conozco tanto o más que a muchos compañeros de trabajo o vecinos", concluyó el escritor.

Del Val ha tenido una larga trayectoria periodística en publicaciones como Sábado Gráfico, Pueblo, Interviú, Tiempo, Diario 16 y La Vanguardia. Ha ganado en dos ocasiones el Premio Ondas. Su novela Buenos días, señor ministro mereció el Premio Café Gijón en 1998.

Licenciada en Ciencias de la Información, Marta Santos señaló que El crimen del esclavo cuenta "la historia de Bruna, una mujer con un sentimiento muy fuerte de rencor social que procede de una clase muy humilde". Bruna y Bosco forman una peculiar pareja con su tía Landa. Un día aparece en su vida Belaunde, un personaje que influirá decisivamente en la relación entre los dos hermanos.

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