La integradora música de Sapho inaugura el Festival de Otoño
La vigésima edición del Festival de Otoño de Madrid se inauguró anoche en el teatro Albéniz con Orients (Orientes), concierto que ofrecerá también hoy la cantante judía franco-marroquí Sapho y la Orquesta de Nazaret.
Sapho recuerda que la idea de este espectáculo nace de Suheil Radwan, director de la Orquesta de Nazaret, grupo formado en 1990 con músicos judíos, cristianos y musulmanes que tocan instrumentos acústicos tradicionales y originales. El objetivo de esta formación musical es extender el conocimiento de la música árabe clásica "y crear una cultura de paz", dice Radwan.
Sapho, nacida en Marraquech, llegó a París en 1968 con la intención de ser actriz. Nueve años después sale su primer disco al que siguen una docena de grabaciones, entre las que destacan El sol y la luna (1988), La traversée du désir (1991) o La route nue des hirondelles (1999), trabajos que la convierten en una de las cantantes de culto más respetadas de Francia, cuyos espectáculos acostumbra a estrenar en escenarios como el Théâtre de la Ville, La Cigale, Trianon o el Théâtre de Chaillot, donde estrenó este año Orients.
La cantante, que también es compositora, escritora y pintora, ha publicado cinco novelas y expone sus dibujos, contó ayer en un atropellado español la importancia que ha tenido para ella trabajar con la Orquesta de Nazaret: "Ellos han trabajado estos años, fueran cuales fueran las circunstancias. El disco que grabamos fue una aventura muy intensa, llena de emociones y sentimientos, pero lo prioritario que hemos hecho es fundir las distintas culturas de las que procedo en una sola", señala la cantante
Conflicto palestino
En Orients ofrece una veintena de canciones, casi todas de ella, aunque también está el verbo de Arthur Rimbaud, Isolina Carrillo o Taoufik Bestanbji. Un concierto cuyo origen hay que buscarlo en el libro Manifiesto literario, escrito por 100 personas a las que la cantante pidió un texto sobre el conflicto palestino-israelí "en el que evitaran hacer uso de estereotipos y frases tópicas sobre el tema".
Educada en Suiza durante algunos años, Sapho comentó ayer, tras conocer la victoria electoral de la extrema derecha en ese país: "Vivimos en un mundo muy peligroso, Bush, Berlusconi..., están convirtiendo esta época en algo terrible, la violencia es un lenguaje que se construye con las palabras, y tenemos como ejemplo la Segunda Guerra Mundial, estamos en una gran crisis moral, han caído las religiones y los políticos como figuras morales también, todo ello crea un vacío que pueden terminar ocupando los extremismos, con sus pensamientos estereotipados, pero muy peligrosos, porque los extremistas saben aprovechar las oportunidades; de ahí que las gentes de la cultura, los creadores, tengamos una gran responsabilidad porque nuestro arte es un contrapoder que debemos utilizar, y a pesar de lo que crean los políticos la cultura es capaz de movilizar a la gente".
Babelia
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