Mariano Rajoy califica al líder socialista de poco patriota y de mezquino

En Zaragoza el tema estrella es siempre el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Mariano Rajoy, líder del PP, lo enarboló ayer allí para afirmar que José Luis Rodríguez Zapatero tiene "el rostro muy duro y ningún patriotismo". Llegó a esa conclusión por dos motivos. Uno es que el PSOE, según Rajoy, ha intentado en Bruselas que no se den subvenciones europeas para hacer el PHN. Y el otro es que Zapatero guarda silencio ante las diversas posiciones sobre este asunto

de los distintos barones del PSOE.

Recordó que Marcelino Iglesias, presidente de Aragón, "se opone al trasvase"; que Pasqual Maragall, candidato del PSC, "lo quiere, pero sólo para Cataluña, porque es un hombre muy generoso con sus vecinos"; que el líder socialista en Valencia, Joan Ignasi Pla, "no dice nada de Cataluña, pero lo quiere para Castellón, porque Valencia y Alicante dice que se arreglan con un trasvase del Tajo"; que el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, "que votó a favor del PHN, le dice al señor Pla que del Tajo ni hablar"; y que el presidente andaluz, Manuel Chaves, reclama al Gobierno que "tiene que llevar a término el PHN".

Rajoy mantiene que "el silencio" de Zapatero y la posición del PSOE en Bruselas sobre la financiación europea del trasvase muestran la "mezquindad" y el "nulo patriotismo" del líder socialista. La misma mezquindad y falta de patriotismo que él vio cuando, tras la catástrofe del Prestige, los socialistas "hicieron todo lo que fueron capaces para machacar al Gobierno y evitar que tuviese los recursos europeos para atender esa calamidad".

Disputas internas

Además, la crisis de Madrid ha sido, en opinión de Rajoy, un "espectáculo grotesco" del que Zapatero "aún no ha dado ninguna explicación". El candidato del PP a las elecciones generales reiteró en Zaragoza cuál es su interpretación de lo ocurrido en la Comunidad de Madrid: "El pacto de gobierno entre PSOE e IU no se pudo llevar a buen término única y exclusivamente por las disputas internas del PSOE. Después, ante el estupor general, en lugar de explicar a los ciudadanos qué estaba ocurriendo y en lugar de que alguien asumiera su responsabilidad política, sorprendentemente decidieron que la culpa la tenía el PP".

Rajoy hizo suyo el discurso de la decencia que reitera Rafael Simancas, el líder de la FSM, para asegurar: "En Madrid también está en juego la decencia y la dignidad de las personas que nos dedicamos a algo tan noble como es la política". Y concluir: "No todos somos iguales. Nosotros no somos ni como el señor Simancas, ni como Tamayo, ni como Ruth Porta".

Antes se había mofado de la "renovación política" de las listas del PSOE en Madrid con la incorporación de Matilde Fernández como número dos: "¿Era malos los números dos y tres de la lista de mayo? ¿Si los habían puesto ellos, por qué los cambiaron?". Y recordó que hubo un intento fallido en el PSOE -negado oficialmente- de cambiar a Simancas por Gregorio Peces-Barba como cabeza de lista.