"A los músicos de blues siempre nos dejan un poco de lado"

Nacido en Madrid en el año 1966 e inmediatamente trasladado a Sevilla, el guitarrista Lolo Ortega formó con Raimundo Amador el dúo Los Intocables antes de fundar la Caledonia Blues Band que le haría célebre en el mundillo. Acompañó durante un tiempo a Kiko Veneno y ahora se halla de gira con su propia banda, la Lolo Ortega Blues Band, con la que ha grabado un disco hasta la fecha inédito, Échame un cable. Esta noche inaugura la temporada de la sala isleña Odeon.

Pregunta. Dicen que es usted el mejor bluesman de España. ¿Su modestia le permite reconocerlo?

Respuesta. Eso tendría que decirlo la gente, yo me considero un guitarrista más. Es verdad que llevo mucho tiempo dedicado a esto, pero en España hay muchos músicos que me gustan, como Raimundo, su hermano Rafael, Charlie Cepeda...

P. ¿Cree en la distinción entre almas negras y blancas?

R. No. Creo que Estados Unidos se ha apropiado del blues y cuesta mucho hacer escuela fuera de su lugar de origen. Pero no hay colores, sino vivencias y sonidos que uno ha mamado: yo me crié escuchando a Elvis, música de raíces...

P. ¿Qué necesita el blues para salir del gueto?

R. Más publicidad en los medios, que siempre nos dejan un poco de lado, y más conciertos. Que los que tienen el poder permitan que la gente tenga posibilidad de elegir qué música le gusta.

P. ¿Qué aprendió de Kiko Veneno?

R. Aprendí a no fiarme de nadie. Compuse con Kiko Veneno un disco

[Échate un cantecito] y no se portó bien conmigo, no quiso compartir la autoría, me cedió un porcentaje insignificante y se quedó con todo el pastel. Es un tema desagradable que no me gusta recordar.

P. ¿Qué tendría que suceder para que volviera la Caledonia Blues Band?

R. La Caledonia Blues Band sigue vigente de hecho, aunque Michael está afincado en Estados Unidos. Cuando un empresario tiene interés en reunirnos, preparamos un presupuesto y organizamos cuatro o cinco actuaciones.

P. ¿Cambiaría el Guadalquivir por el Misisipí?

R. No lo cambio. Sí me encantaría dar conciertos todo el año y poder tocar allí.

P. Músicos como Javier Vargas han ido deslizándose hacia el blues latino. ¿Hacia dónde camina su sonido?

R. Cuando me tiré de cabeza al blues dejé un poco aparcadas mis inquietudes más cercanas al pop, aunque nunca he dejado de escribir canciones en esa línea. Me gusta mezclar ese gusto por el pop con otros sonidos que me gustan como el funky o el soul.