Lluvia de datos

Los inversores mantienen una actitud estática ante la lluvia de datos económicos que llegan desde Estados Unidos y a la espera de la lectura que hagan los analistas.

Los indicadores macroeconómicos apuntaron esta vez en la dirección esperada y, al parecer, descontada ya por los mercados, con un incremento del 0,4% en la producción industrial de septiembre y un incremento del IPC en línea con el repunte de la actividad. Los resultados empresariales, sin embargo, son los que aportan confusión al no evolucionar de manera uniforme y por ser muchos de ellos consecuencia de severos ajustes de costes más que de un incremento de la actividad.

Las desviaciones de las expectativas vuelven a ser la causa principal de los movimientos del mercado, cuyos resultados a media sesión mostraban cierto desconcierto y unas oscilaciones mínimas en los índices.

La Bolsa de Nueva York abrió con una serie de recortes que a media sesión había conseguido anular, registrando el Dow Jones de valores industriales un descenso del 0,02%.

Las consecuencias de esos bandazos se dejaron notar desde primeras horas de la mañana en los mercados europeos, en los que se impusieron los recortes después de numerosos altibajos.

El Ibex 35 cedió el 0,13% y mantiene el nivel de los 7.000 puntos, que no llegó a perder en ningún momento de la sesión, lo que se interpretó como un síntoma de firmeza en momentos que parecen críticos. El índice general de la Bolsa de Madrid cedió el 0,10%.

Si los índices ofrecen señales de relativa firmeza, la actividad de los inversores continúa manteniéndose en unos niveles muy bajos. El Mercado Continuo negoció ayer 1.351,54 millones de euros, 340 millones menos que el día anterior, y con sólo 200 millones de euros en operaciones institucionales.

Entre los mercados europeos, sólo Francfort mostraba alguna posibilidad de cerrar al alza, pues ganaba el 0,17% poco antes de concluir la sesión gracias a la reacción de Wall Street. París bajó el 0,52% y Londres el 0,67%.