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Blesa plantea al consejo de Caja Madrid un plan para elevar el beneficio un 60%, hasta 1.200 millones en 2006

Íñigo de Barrón

Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, presentó ayer un plan al consejo de administración de la entidad Caja Madrid que incluye un nuevo proyecto estratégico para el periodo 2004-2006, con el que prevé elevar un 60% el beneficio antes de impuestos en tres años y superar los 1.200 millones de euros en diciembre de 2006. El consejo está estudiando los detalles del proyecto que, probablemente, será hoy aprobado.

El consejo, reunido en Cádiz, analiza el Proyecto 2006, después de haber cerrado el anterior plan estratégico, en el que la entidad madrileña batió sus propios retos, como duplicar los 319 millones de 1996, ya que obtuvo 709 millones al cierre de 2002. Este año ha sido un ejercicio puente, entre un proyecto y otro, debido a las incertidumbres económicas.

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Una vez despejados algunos nubarrones, los ejecutivos de Caja Madrid han elaborado el nuevo plan que se basa en cuatro objetivos básicos. A preguntas de algunos consejeros, Blesa aclaró que, en principio, para la consecución de estas metas no sería necesario emitir cuotas participativas.

Además del reto de conseguir mejorar el resultado bruto en tres años, la caja quiere mejorar su eficiencia (ratio que indica lo que gastan en proporción a los ingresos) hasta cuatro puntos por debajo del ratio con el que cerró 2003. En 2002 la caja estaba situada en el 47,8%. Esta condición puede limitar la apertura de oficinas y las grandes inversiones informáticas, en parte, porque éstas ya las ha realizado la entidad.

El tercer objetivo marcado en el proyecto presentado por Blesa es incrementar un 0,6% la cuota de mercado de bancos y cajas, hasta superar el 7% en 2006, mediante un refuerzo de la política comercial del grupo. Con la fuerte competencia actual entre cajas y bancos, éste será un objetivo complicado.

La caja incorpora además un objetivo de calidad "en la atención de los clientes y en los procesos de trabajo", un punto importante para una entidad que tradicionalmente ha tenido largas colas en sus oficinas. En este plan no hay metas a batir en incremento de la obra social; ni número de clientes captados ni productos por clientes.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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