Las instituciones europeas usan para reconocer la voz 'software' español
El 60% de los traductores de la Comisión Europea emplean el SRW
Este artículo se podría haber escrito, corregido e impreso sin tocar una tecla.
Traductores de la Comisión Europea, de la ONU, del Parlamento Europeo y del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas ya trabajan con el nuevo sistema, que corre sobre un motor conocido, Dragon Naturally Sepeking, pero con una aplicación nueva (Transcription Aid) de Speech Recognition Ware (SRW), una empresa española de Bruselas.
En SRW trabajan una decena de personas y su propietario, Jesús María Boccio, ni siquiera es informático. Es un jurista apasionado de lo digital que ha sabido rodearse de jóvenes especialistas en software. En sólo dos años SRW ha firmado contratos con instituciones europeas.
Su éxito lo confirma el responsable del proyecto de reconocimiento vocal de la Comisión Europea, Antonio Ballesteros: "Generamos cada año 1,2 millones de páginas y tenemos 1.200 traductores, de los que 250 ya usan este sistema. Teniendo en cuenta que no está en los 11 idiomas oficiales supone una penetración del 60%".
Las claves del éxito de SRW son tres. La primera es que el texto escrito por el propio ordenador a una velocidad de hasta 180 palabras por minuto (más del doble de la capacidad de un buen mecanógrafo) puede ser corregido por una segunda persona, que podrá cotejar (sin tocar el teclado) la fidelidad de la transcripción, pues a medida que haga avanzar el cursor sobre el texto, el ordenador reproduce la voz del autor del escrito.
Documentos sonoros
La otra clave es la posibilidad de que incluso esa segunda persona (el editor, la secretaria, etc.) mejore el sistema al tiempo que lo corrige. Si aplican las correcciones de una forma reglada, el perfil de la voz del autor se irá mejorando, de forma que ese 5% de errores que registra cualquier motor de estas características se reduzca en poco tiempo al 1%.
La tercera clave es que Transcription Aid es capaz de escribir textos enviados desde un móvil provisto de GPRS o registrados en un documento sonoro. Así, el abogado que acaba de asistir a una reunión en Valladolid podrá dictar a su ordenador de Madrid el documento que le urge imprimir.
El sistema utiliza el programa Dragon Naturally Speaking, cuyo desarrollo ha generado muchas frustraciones, pero tanto ScanSoft como SRW consideran que esta tecnología está ya madura como para que su expansión en cinco años pase de los actuales 897 millones de dólares a los 5.000 millones.
El software completo cuesta entre 200 y 800 euros.
El programa instalado en el ordenador registra el perfil de un usuario en menos de 10 minutos. Basta leer unos textos en voz alta para que la máquina reconozca y escriba con el 95% de fidelidad las frases del que le habla (en español, inglés, francés y chino). A partir de ahí, el ordenador podrá escribir los textos y, sin tocar una tecla, obedecerá todas las órdenes que normalmente son sólo ejecutables mediante teclado o ratón, como abrir el correo, poner la mayúscula a un nombre propio o estampar la firma y la dirección del correo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.