España acepta negociar el reparto de poder en la UE

España acepta negociar el reparto de votos de la futura Unión Europea. Tras mantener durante varios meses su oposición rotunda a la fórmula establecida en el proyecto de Constitución elaborada por Valéry Giscard d'Estaing, fuentes diplomáticas españolas confesaron ayer en Luxemburgo que Madrid va a proponer una solución intermedia: que las decisiones sean adoptadas por mayoría de los Estados miembros y que la minoría para bloquear decisiones sea de países que representen el 34% de la población.

El proyecto de Constitución Europea elaborado por Giscard d'Estaing, como presidente de la Convención, fija la siguiente fórmula doble: las decisiones se tomarán por una mayoría de los líderes de los Estados miembros y por un número de países que representen el 60% de la población europea. Esto suponía para España una pérdida de poder respecto a lo que consiguió en el Tratado de Niza, que le concedía 27 votos netos, sólo dos menos que los 29 de los países grandes (Italia, Francia, Alemania y Reino Unido). Ese número de votos significaba que España podía bloquear una decisión con la ayuda de dos países grandes y uno pequeño-mediano.

La fórmula estipulada en el proyecto de Constitución, sin embargo, obligaba a países como España y Polonia a tener que pactar con más Estados para bloquear una decisión. España perdía capacidad de bloqueo. Por ello, Madrid lo rechazó de plano durante varios meses. Ahora, sin embargo, España está dispuesta a una propuesta intermedia: que las decisiones se tomen por países que representan dos tercios de la población (66%), en lugar de los tres quintos estipulados por Giscard (60%). Esto le permitiría que la minoría de bloqueo se forme por los países que representen un tercio de la población (34%), y no dos quintos (40%). La propuesta, según las fuentes, no se presentará inmediatamente. "Se acabará presentando en el último minuto en la Conferencia Intergubernamental", dicen fuentes oficiales.