Policía y Aduanas se incautan de 8.000 kilos de cocaína ocultos en un pesquero
La droga, el mayor alijo capturado en alta mar, era de una alianza de cinco grupos de narcos
Tras largas horas de búsqueda, las fuerzas de seguridad lograron ayer descubrir en la proa de un viejo pesquero de bandera senegalesa la cámara secreta que albergaba 8.000 kilos de cocaína, el segundo mayor alijo interceptado hasta ahora por las autoridades españolas y el mayor en alta mar. Agentes de los grupos especiales de la policía habían abordado el South Sea el sábado por la mañana frente a la costa portuguesa. Embarcaciones del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y de la Armada lo condujeron al puerto de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra).
Pero, una vez atracado el barco en puerto, los especialistas de la policía todavía necesitaron casi un día entero para dar con el compartimento que ocultaba la droga. Además de incautarse de la cocaína, las fuerzas de seguridad detuvieron a 31 personas, 26 en tierra y cinco que formaban la tripulación del pesquero. El enorme alijo viajaba desde Suramérica por cuenta de una alianza de varias redes de narcotráfico, resultado de los viejos contactos entre las mafias colombianas y los clanes gallegos contratados para transportar la droga a través del Atlántico.
En la operación, según explicó ayer el delegado del Gobierno para el Plan Nacional contra la Droga, Gonzalo Robles, participaron dos organizaciones dedicadas al transporte, otras dos encargadas del tráfico y distribución por Europa y una quinta especializada en el blanqueo de dinero procedente de negocios ilícitos. Esta última, según los cálculos policiales, tenía el encargo de lavar unos 138 millones de euros.Con el alijo de ayer, las incautaciones de droga en España en lo que va de año suman ya 38.227 kilos, todo un récord.
Somoza, el cabecilla
De los detenidos, el más conocido es Carlos Somoza Miguens, vecino de Vilanova de Arousa (Pontevedra), al que se considera el principal cabecilla. Somoza fue yerno de Manuel Charlín Gama, el patriarca del célebre clan de los charlines, para que el trabajó en su día y con el que se supone que había roto relaciones tras separarse de una de las hijas del veterano capo.
El detenido tiene numerosos antecedentes por tráfico de drogas y llevaba tiempo en paradero desconocido. Sobre él pesa una orden de busca y captura. En Vilanova, donde fue propietario de algunas depuradoras de marisco intervenidas por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, no se le había visto en muchos meses.
En la redada también cayó otro viejo conocido en los círculos del narcotráfico de Arousa, José Joaquín Agra, O Panarro, residente en Cambados y arrestado junto a uno de sus hijos. Además, la policía detuvo en Madrid a dos ciudadanos colombianos. El resto de los implicados en la operación residía en diversas localidades de las provincias de A Coruña y Pontevedra. A bordo del pesquero senegalés había cinco tripulantes, un español, un ucranio, un armenio, un senegalés y un gambiano.
Las investigaciones sobre la alianza de clanes que se habían coaligado para exportar el gran alijo desde las costas americanas, transportarlo hasta Europa y distribuirlo en el viejo continente comenzaron la pasada primavera. Siguiendo distintas pistas, la Unidad de Lucha contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) de la policía y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) llegaron a idéntico objetivo.
Y lo que eran dos operaciones distintas (bautizada Fornos por la policía y Reto por Vigilancia Aduanera) se fundieron desde el pasado mes de septiembre, cuando se tuvo constancia de que la droga había salido de Suramérica camino de Europa. En la redada intervinieron también dos jueces, uno de Vilagarcía, Juan Manuel Vázquez Taín, y otro de Cambados, Marisol López Martínez.
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