Un fallo impide volar al recién entregado 'eurocaza' en el desfile de la Fiesta Nacional

El Eurofigther, el avión de combate europeo que iba a ser la estrella del desfile de la Fiesta Nacional celebrado ayer en Madrid, se quedó en tierra. El consorcio NETMA, integrado por los cuatro países que participan en el programa (Alemania, Reino Unido, Italia y España), ordenó el pasado viernes la paralización de sus vuelos tras localizar un fallo en el tren de aterrizaje de un aparato alemán de serie. En cualquier caso, el público reunido en el paseo de la Castellana no notó su ausencia, ya que las nubes bajas impidieron divisar los más de 50 aviones que participaron en la parada aérea.

El Spanish Twin 001, el primero de los 87 eurocazas adquiridos por el Ejército del Aire español, fue recibido oficialmente el pasado jueves en una ceremonia presidida por el Rey, que incluyó una exhibición. Ayer, sin embargo, no pudo volar por un fallo que, según subrayaron fuentes del Ministerio de Defensa, no se ha detectado en el avión español, aunque podría afectarle también si como parece tiene carácter estructural. Paradójicamente, el Eurofigther sí sobrevoló Madrid hace dos años, cuando un prototipo fue cedido expresamente para participar en el desfile.

Ayer, los aparatos prestados fueron dos helicópteros de ataque Tigre, de los que el Consejo de Ministros decidió el mes pasado comprar 24 unidades a la empresa Eurocopter, filial del consorcio aeronaútico europeo EADS. Debido a que vuelan más bajo, los más de 6.000 asistentes sí pudieron contemplar el paso de hasta 22 helicópteros, así como las evoluciones entre las nubes de la patrulla acrobática Águila; mientras los restantes aviones, debido a la falta de visibilidad, se desviaron de la ruta y apenas se les pudo adivinar por el ruido en la distancia.

La lluvia intermitente no deslució, sin embargo, el desfile terrestre, que fue presidido por los Reyes y los miembros de la familia real -a excepción del Príncipe, que estuvo la pasada semana de visita oficial en EE UU- y en el que participaron unos 3.000 miembros de los tres ejércitos y la Guardia Civil.

La principal novedad la aportó la presencia de banderas de los países que, junto a España, forman la brigada Plus Ultra en Irak (El Salvador, República Dominicana, Honduras y Nicaragua), así como de Polonia, que ostenta el mando de la división en la que se integran los 1.300 militares españoles, y Estados Unidos, que ejerce el liderazgo de la coalición ocupante.

No es la primera vez que la bandera de las barras y las estrellas, portada por marines, desfila por el centro de Madrid. Ya lo hizo durante la Fiesta Nacional de 2001, aunque entonces se explicó como un gesto de solidaridad tras lo atentados terroristas del 11 de septiembre. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que coincidió en la tribuna de invitados con el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, con quien departió brevemente, no pareció muy cómodo con la idea de dedicar el acto central de la Fiesta Nacional a una operación que su partido rechaza de plano.

De manera más explícita, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, se mostró "sorprendido" de que el día de la Fiesta Nacional no estuviera "protagonizado por la bandera española, sino por las banderas de la coalición: la bandera norteamericana y las de los países centroamericanos que intervienen en Irak. Da la impresión de que no es el desfile nacional sino el desfile de la guerra del señor Aznar", agregó Llamazares en un acto electoral de su partido en Alcalá de Henares (Madrid), informa Naiara Galarraga.

Llamazares no acudió a la parada militar, pero sí a la recepción que el Rey ofreció por la tarde en el Palacio Real. Tanto en el desfile como en la recepción estuvieron presentes las primeras autoridades del Estado; así como numerosos presidentes autonómicos, aunque no los de Andalucía, el País Vasco o Cataluña. Por parte de la coalición CiU acudió el diputado Jordi Jané, mientras que no hubo ningún representante del PNV.