"Si llega la hora de llorar, lloro mucho, y si llega la de reír, río mucho"
Tres horas antes del concierto de Pasión Vega, el escenario del Teatro Cervantes de Málaga rebosa actividad. Músicos que prueban sus instrumentos, técnicos de sonido, de luces, operarios que ocultan cables... Un poco más tarde aparece Pasión Vega. Su sonrisa amplia y generosa le confiere un aspecto radiante y su elegante manera de saber estar hace de ella una verdadera artista. Con su segundo disco, Banderas de nadie, esta malagueña se ha convertido ya en una voz de referencia dentro del contexto nacional.
Pregunta. ¿Por qué se puso el nombre artístico de Pasión?
Respuesta. Nació con la intención de definir mi música y mi manera de enfrentarme a las cosas. Vivo con intensidad. Si llega la hora de llorar, lloro mucho, y si llega la de reír, río mucho. Nada de manera tibia.
P. ¿Quién descubrió su voz?
R. Siempre me he ido encontrando a personas que me han animado a seguir adelante. Los primeros, mi familia y mis amigos. Pero del mundo artístico fue Pareja Obregón, padre, quien se fijó en mí. Quería hacerme algunos temas pero falleció al poco tiempo.
P. ¿Cómo llegó al mercado discográfico?
R. Una compañía de Sevilla quiso apostar por mí y después me vio Paco Gordillo y RCA y ya fiché con BMG, con los que he hecho estos dos trabajos.
P. Dicen que los comienzos son difíciles. ¿También lo fue el suyo?
R. Yo reconozco que siempre he sido muy afortunada. Estoy obteniendo más de lo que llegué a pensar y soñar. Quizás por mi falta de confianza, nunca pensé estar aquí, en este teatro, frente a mi público. Pero si echas la vista atrás te das cuenta de que han sido más de 10 años en la brecha.
P. ¿Por qué eligió la copla?
R. En mi casa se escuchaba todo tipo de música. De repente cayó en mis manos una cinta de copla y la puse. Eran Estrellita Castro y Concha Piquer y me apasionó, me encantó.
P. ¿Cómo vio la luz su segundo trabajo, Banderas de nadie?
R. Fue un disco muy laborioso. Me costó mucho encontrar estas canciones porque tenía en casa unas 200 maquetas. Ahora, el 50% de las satisfacciones que me ha dado este álbum está en las composiciones, en el tratamiento del disco, en la sutileza y la elegancia de los temas. No me canso de cantarlos.
P. Su disco refleja problemas sociales, ¿qué es lo que más le preocupa?
R. Para cantar creo que hay que tener los pies en la tierra y saber lo que pasa a tu alrededor. Musicalmente me preocupa cómo está funcionando el mercado, cómo se comporta la televisión, los programas de promoción... En cuanto al resto, voy por la calle y no estoy ciega. Veo que bastante gente necesita muchas cosas.
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