Error táctico y aritmético

El pasado fin de semana, en Roma, los jefes de Gobierno de España y Polonia trataron de cambiar la propuesta de la Convención sobre el sistema de voto en el Consejo, cometiendo un error a la vez táctico y aritmético. Táctico, porque mucho depende de la fórmula que se utilice para alcanzar un voto por mayoría cualificada en el Consejo. Cualquier intento de modificar esta fórmula desestabilizaría no sólo los acuerdos sobre el ámbito de este voto, sino también la composición tanto de la Comisión como del Parlamento Europeo.

Y un error aritmético, porque los tres Estados más grandes, Alemania, Francia y el Reino Unido, con una población combinada de 200 millones de personas, pueden ya formar una minoría de bloqueo en el Consejo. El Tratado de Niza establece la minoría de bloqueo en un 38% de la población de la Unión Europea, es decir, 172 millones de personas. En el proyecto de Constitución Europea, la minoría de bloqueo se fija en un 40% (181 millones). Con tan sólo 78 millones de habitantes, y aun combinando sus derechos de voto ponderado, Polonia y España necesitarían la ayuda de otros Estados para neutralizar una propuesta legislativa que no les fuera favorable.

Polonia y España deben reconocer las dificultades que puede traer el hecho de que en el marco actual 13 pequeños Estados miembros, con una población combinada de tan sólo un 11% de la población total de la Unión Europea, sean capaces de formar una mayoría simple tanto en el Consejo como en la Comisión. Por eso, las mayorías deben ser cualificadas y la razón por la cual los acuerdos alcanzados en el marco de la Convención deben ser defendidos en la Conferencia Intergubernamental frente a aquellos a quienes sólo mueven intereses mezquinos, nacionales o simplemente cálculos incorrectos.