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Ana Salazar incorpora su pasión flamenca a Edith Piaf en un disco

Hoy se celebra el 40º aniversario de la muerte de la cantante francesa

Diego A. Manrique

Hoy, sábado, se cumplen 40 años de la desaparición de Edith Piaf, la más legendaria figura femenina de la fértil chanson francesa. A pesar de su deteriorado aspecto, Piaf tenía sólo 48 años. La suya fue una muerte envuelta en misterios y en polémicas: a pesar de su conocida religiosidad, la Iglesia católica le negó un entierro cristiano, alegando que vivía en pecado tras su divorcio. Todo eso ya es agua pasada. Ahora se celebran numerosos homenajes en Francia, donde también se publica con todos los honores un disco hermoso de origen español: Ana Salazar canta a Edith Piaf.

Ayer se emitía en France 2 un programa especial dedicado a la Piaf, que se abría con la apasionada versión aflamencada de La vie en rose que interpreta Ana Salazar (Puerto de Santa María, 1978); según cuenta esta última, fue felicitada en el estudio de televisión por Charles Aznavour y otros emocionados colaboradores de la desaparecida cantante.

No escasean precisamente estos días las recreaciones del cancionero de Piaf, firmadas por figuras inesperadas: desde Ètienne Daho, sofisticado representante del pop galo, a Cheb Mami, figura del raï argelino, pasando por los duros raperos Saian Supa Crew. Sin embargo, Ana Salazar canta a Edith Piaf parece haber tocado la fibra sensible de los franceses. Incluso en su etapa de preparación: Peermusic, la editorial que controla buena parte del repertorio más popular de Piaf, no se contentó con dar los permisos para las adaptaciones y pidió integrarse como empresa en el proyecto, iniciado por Fernando Rosado y Fernando Deleyto, a través de sus respectivas productoras, 52PM y Talis. Hasta hace poco, Ana Salazar era simplemente una prometedora bailaora que trabajaba con Manuela Carrasco, Eva Yerbabuena, Antonio Canales y otras figuras, acostumbrada a actuar en giras por Europa y Japón. Cantaba por entretenimiento y participó en un disco registrado en Francia, el gran público descubrió su muy flamenca voz en un tributo anterior realizado por el mismo equipo, Chanson flamenca: un homenaje flamenco a la canción

francesa, donde ella revitalizaba una pieza tan manida como Las hojas

muertas, la clásica de Yves Montand.

De allí partió la idea de realizar un disco completo dedicado al cancionero más popular de la gran Piaf, con Salazar arropada por arreglos de jazz flamenco, sazonado por acordeón parisiense.

Producido por Guillermo McGill y elaborado en Madrid, el actual homenaje discográfico contiene dramáticas recreaciones de Non, je ne regrette rien y otros 10 éxitos de Piaf, todos traducidos cuidadosamente al castellano y tocados por un elenco internacional de músicos venidos del flamenco, el jazz y la música clásica, con nombres de peso como Tito Alcedo, David Tabares, Pepe Rivero, Cuco Pérez, Ara Malikian, Juan Cortés y el propio McGill. Karonte distribuye Ana Salazar canta a Edith Piaf en España y Latinoamérica; tras escucharlo, la rama francesa de Universal se apresuró a adquirir los derechos para el resto del mundo, donde se lanzará bajo la etiqueta Decca. Para principios del próximo año, Salazar presentará su chanson aflamencada en directo por España y Francia.

El lanzamiento del disco de Ana Salazar es uno de los acontecimientos que coinciden con el 40º aniversario de la muerte de Edith Piaf, ocurrida en la noche del 10 al 11 de octubre de 1963. En Francia se ha publicado una antología de la cantante, con una cuidada edición, que incluye además los seis temas inéditos recuperados el pasado verano, que datan de los años cuarenta. Entre las canciones, que adquirió la Biblioteca Nacional, hay una primera versión de L'accordeoniste. También se ha montado la exposición Piaf, la niña de París, en el Ayuntamiento de París, con fotografías, cartas y material de la cantante francesa. Incluso se ha recreado el ambiente de los clubes nocturnos de la ciudad y los visitantes acceden, por ejemplo, a una habitación llena de rosas rosas, porque los organizadores han querido recrear "literalmente" La vie en

rose, informa Reuters.

Edith Piaf, en 1954.
Edith Piaf, en 1954.ROGER VIOLLET
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