"Televisión, cómic y videojuego se han sumado al lenguaje cinematográfico"

David Alonso (Madrid, 1968) inauguró ayer en Almería la quinta edición de los Encuentros con Directores de Cine que organiza Unicaja. Participó en la proyección y posterior coloquio de su largometraje Más de mil cámaras velan por tu seguridad, dirigida en solitario después de codirigir en 1996 Memorias del ángel caído con Fernando Cámara.

Pregunta. ¿Por qué apuesta por el cine de suspense con aire fantástico?

Respuesta. Fundamentalmente, por gusto personal. He visto todo tipo de cine y mi formación es muy genérica. Y ese gusto está relacionado con situaciones desasosegantes y de suspense.

P. ¿Es el cine de suspense una salvación para el cine español?

R. Lo que puede ser una salvación es el cine de género. Da igual que sea comedia, musical o western. La gente demanda género. Ha habido una pérdida de perspectiva del cine simplemente como ocio, como elemento de distracción.

P. ¿Ve futuro en el vídeo digital como formato para el nuevo cine?

R. Da igual el soporte de partida. Más que una alternativa, los formatos digitales son una realidad. Lo de los formatos no importa y eso lo están empezando a entender los productores.

P. ¿Qué aportan los efectos visuales?

R. Lo que aporta es la tecnología que lleva aparejada y que, en buena medida, es técnica. Esa tecnología que deriva en técnica permite terminar con la autocensura del guionista. Ya hay medios como para hacer casi cualquier cosa.

P. ¿La televisión ha sido una influencia valiosa para usted?

R. Para mí y para todos los que hacemos cine, aunque nos rasguemos las vestiduras. A la gente de cine le da mucha rabia reconocer que la televisión, los cómic y los videojuegos son los tres elementos que se han sumado al lenguaje cinematográfico.

P. ¿Qué es más fácil, el trabajo con primeros actores llegados de la televisión o con otros veteranos?

R. Cuando hablas mucho con ellos y haces trabajo en grupo es fácil trabajar con todos. La cuestión está en la compenetración y el trabajo en grupo que, cada vez, somos menos capaces de hacer.

P. ¿Cómo responde su público?

R. No sé si tengo público. Creo que, en general, hay un público que no responde ante un determinado icono, salvo excepciones mediáticas y de directores como Almodóvar, ya consagrados. La gente responde ante los estímulos de las películas, no ante mis películas.

P. ¿Cuáles han sido sus referentes como espectador?

R. He ido por etapas. Hubo años en los que, básicamente, lo único que he hecho ha sido consumir cine. Es difícil quedarse con un nombre o un icono. Si pienso en un modelo, me quedaría con Hitchcock.