Los productores españoles de cine han presentado 160 denuncias por la distribución de películas en Internet
La entidad que gestiona los derechos de autor de los productores de cine, EGEDA, ha presentado en el último año 160 denuncias contra personas que venden o distribuyen películas en Internet, ya sea mediante el envío postal de discos con el material grabado o mediante la descarga de las películas a través de servidores FTP previo pago (File Transfer Protocol), calificado por la entidad como una "nueva modalidad de delito". La descarga de una película en una red P2P puede prolongarse durante horas, sin que haya seguridad de que pueda completarse. Un servidor FTP permite reducir el tiempo de descarga.
Las denuncias presentadas han originado el cierre de servicios como el ofrecido por una persona en Coslada (Madrid) que por 70 euros mensuales permitía descargar películas vía FTP, sistema similar utilizado por una familia en Córdoba, que vendía descargas de películas, videojuegos, música, etcétera, desde un servidor instalado en su hogar utilizando una conexión inalámbrica a Internet de tipo LMDS, poco habitual, que proporciona dos megabits tanto de salida como de entrada.
La descarga de películas en Internet aumentó un 20% en el año 2002, según EGEDA. Esto significa que entre 400.000 y 600.000 películas se distribuyen diariamente en Internet.
Los internautas pueden estar tranquilos cuando descarguen películas de la Red, porque según la EGEDA se trata de un acto lícito.
El usuario ya ha pagado por hacerse una copia privada al comprar el disco virgen con canon. Si descargar el material es lícito, no lo es ponerlo a disposición de otros; es decir, se puede copiar desde una red P2P, pero se delinquirá si se ofrece ese material en la Red.
El canon por copia privada de cintas de vídeo es la principal fuente de ingresos de la organización, por el que recaudó siete millones de euros el año pasado.
Desde el 1 de septiembre recibe además su parte por el canon que grava los discos vírgenes. Un 80% de los DVD vírgenes que se venden y un 10% de los CD (el 70% se destinan a música) se emplean para copiar material audiovisual, según EGEDA.
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